Poco después cayó enfermo el hijo de aquella viuda, y tan grave se puso que finalmente expiró.
Después de estas cosas aconteció que cayó enfermo el hijo del ama de la casa; y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento.
Tiempo después, el hijo de la mujer se enfermó. Cada día empeoraba y finalmente murió.
Sucedió después que el hijo de la dueña de casa cayó enfermo; su enfermedad empeoró y exhaló el último suspiro.
Después de estas cosas, aconteció que el hijo de la mujer dueña de casa cayó enfermo, y su enfermedad fue tan grave que no quedó aliento en él.
Después de esto, acaeció que el hijo del ama de la casa cayó enfermo, y la enfermedad fue tan grave que no quedó en él aliento de vida.