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Isaías 27 - Nueva Biblia Española (1975) Vs. Nueva Biblia Española (1975)

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Isaías 27

1 Aquel día castigará el Señor con su espada grande, templada, robusta, a Leviatán, serpiente huidiza, a Leviatán, serpiente tortuosa, y dará muerte al dragón marino.

2 Aquel día cantarán a la viña hermosa:

3 Yo, el Señor, soy su guardián, la riego con frecuencia, para que no le falte su hoja, noche y día la guardo.

4 Ya no estoy irritado. Si me diera zarzas y cardos, me lanzaría contra ella para quemarlos todos;

5 si se acoge a mi protección, hará las paces conmigo, las paces hará conmigo.

6 Llegarán días en que Jacob echará raíces, Israel echará brotes y flores, y sus frutos cubrirán la tierra.

7 ¿Lo ha herido como hiere a los que lo hieren? ¿Lo ha matado como mueren los que lo matan?

8 Lo castigas espantándolo, expulsándolo, arrollándolo con viento impetuoso en día de solano.

9 Con esto se expiará la culpa de Jacob, y éste será el fruto de alejar su pecado: dejar las piedras de los altares como, piedra caliza triturada y no erigir estelas ni cipos.

10 La plaza fuerte está solitaria, como mansión desdeñada, abandonada como el desierto: allí pastan novillos, allí se tumban y consumen sus ramas.

11 Al secarse el ramaje, se quiebra, vienen mujeres y lo prenden fuego. Porque es un pueblo insensato, por eso su Hacedor no se apiada, su Creador no lo compadece.

12 Aquel día trillará el Señor las espigas desde el Gran Río hasta el Torrente de Egipto; pero ustedes, israelitas, serán espigados uno a uno.

13 Aquel día sonará la gran trompeta, y vendrán los dispersos de Asiría, los desterrados de Egipto, para postrarse ante el Señor en el monte santo de Jerusalén.

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Isaías 27

1 Aquel día castigará el Señor con su espada grande, templada, robusta, a Leviatán, serpiente huidiza, a Leviatán, serpiente tortuosa, y dará muerte al dragón marino.

2 Aquel día cantarán a la viña hermosa:

3 Yo, el Señor, soy su guardián, la riego con frecuencia, para que no le falte su hoja, noche y día la guardo.

4 Ya no estoy irritado. Si me diera zarzas y cardos, me lanzaría contra ella para quemarlos todos;

5 si se acoge a mi protección, hará las paces conmigo, las paces hará conmigo.

6 Llegarán días en que Jacob echará raíces, Israel echará brotes y flores, y sus frutos cubrirán la tierra.

7 ¿Lo ha herido como hiere a los que lo hieren? ¿Lo ha matado como mueren los que lo matan?

8 Lo castigas espantándolo, expulsándolo, arrollándolo con viento impetuoso en día de solano.

9 Con esto se expiará la culpa de Jacob, y éste será el fruto de alejar su pecado: dejar las piedras de los altares como, piedra caliza triturada y no erigir estelas ni cipos.

10 La plaza fuerte está solitaria, como mansión desdeñada, abandonada como el desierto: allí pastan novillos, allí se tumban y consumen sus ramas.

11 Al secarse el ramaje, se quiebra, vienen mujeres y lo prenden fuego. Porque es un pueblo insensato, por eso su Hacedor no se apiada, su Creador no lo compadece.

12 Aquel día trillará el Señor las espigas desde el Gran Río hasta el Torrente de Egipto; pero ustedes, israelitas, serán espigados uno a uno.

13 Aquel día sonará la gran trompeta, y vendrán los dispersos de Asiría, los desterrados de Egipto, para postrarse ante el Señor en el monte santo de Jerusalén.

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Biblia - Luis Alonso Schökel y Juan Mateos

Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.

Biblia - Luis Alonso Schökel y Juan Mateos

Luis Alonso Schökel y Juan Mateos, 1975 ©, Editada por Ediciones Cristiandad.

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