Hebreos 11 Muchas veces y en muchas maneras habló Dios en otro tiempo a nuestros padres por ministerio de los profetas;' 2 últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo, a quien constituyó heredero de todo, por quien también hizo el mundo;' 3 el cual, siendo esplendor de su gloria e impronta de su sustancia, y sustentando todas las cosas con su poderosa palabra, después de haber realizado la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 hecho tanto mayor que los ángeles, cuando heredó un nombre más excelente que ellos. 5 Pues ¿a cuál de los ángeles dijo alguna vez: “Tú eres mí Hijo, yo te he engendrado hoy?” Y luego: “Yo seré para El padre, y El será Hijo para mí.” 6 Y de nuevo cuando introduce a su Primogénito en el mundo dice: “Adórenle todos los ángeles de Dios.” 7 De los ángeles dice: “El que hace a sus ángeles vientos y a sus ministros llamas de fuego.” 8 Pero al Hijo: “Tu trono, ¡oh Dios!, subsistirá por los siglos de los siglos, cetro de equidad es el cetro de tu reino. 9 Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad, por eso te ungió Dios, tu Dios, con óleo de exaltación sobre tus compañeros.” 10 Y “Tú, Señor, al principio, fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. 11 Ellos perecerán, pero tú permaneces, y todos, como un vestido, envejecerán, 12 y como un manto los envolverás, y como un vestido se mudarán; pero tú permaneces el mismo, y tus años no se acabarán.” 13 ¿Y a cuál de los ángeles dijo alguna vez: “Siéntate a mi diestra, mientras pongo a tus enemigos por escabel de tus pies?” 14 ¿No son todos ellos espíritus administradores, enviados para servicio, en favor de los que han de heredar la salud? Hebreos 11 Muchas veces y en muchas maneras habló Dios en otro tiempo a nuestros padres por ministerio de los profetas;' 2 últimamente, en estos días, nos habló por su Hijo, a quien constituyó heredero de todo, por quien también hizo el mundo;' 3 el cual, siendo esplendor de su gloria e impronta de su sustancia, y sustentando todas las cosas con su poderosa palabra, después de haber realizado la purificación de los pecados, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, 4 hecho tanto mayor que los ángeles, cuando heredó un nombre más excelente que ellos. 5 Pues ¿a cuál de los ángeles dijo alguna vez: “Tú eres mí Hijo, yo te he engendrado hoy?” Y luego: “Yo seré para El padre, y El será Hijo para mí.” 6 Y de nuevo cuando introduce a su Primogénito en el mundo dice: “Adórenle todos los ángeles de Dios.” 7 De los ángeles dice: “El que hace a sus ángeles vientos y a sus ministros llamas de fuego.” 8 Pero al Hijo: “Tu trono, ¡oh Dios!, subsistirá por los siglos de los siglos, cetro de equidad es el cetro de tu reino. 9 Amaste la justicia y aborreciste la iniquidad, por eso te ungió Dios, tu Dios, con óleo de exaltación sobre tus compañeros.” 10 Y “Tú, Señor, al principio, fundaste la tierra, y los cielos son la obra de tus manos. 11 Ellos perecerán, pero tú permaneces, y todos, como un vestido, envejecerán, 12 y como un manto los envolverás, y como un vestido se mudarán; pero tú permaneces el mismo, y tus años no se acabarán.” 13 ¿Y a cuál de los ángeles dijo alguna vez: “Siéntate a mi diestra, mientras pongo a tus enemigos por escabel de tus pies?” 14 ¿No son todos ellos espíritus administradores, enviados para servicio, en favor de los que han de heredar la salud? |
Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©
Alberto Colunga Cueto, y Eloíno Nácar Fúster. 1944©