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Ezequiel 1 - Biblia Serafín de Ausejo 1975 Vs. Biblia Serafín de Ausejo 1975

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Ezequiel 1

1 El año treinta, el día cinco del cuarto mes, estando yo entre los deportados, junto al río Quebar, se abrieron los cielos y tuve visiones divinas.

2 El día cinco del mes -era el año quinto de la deportación del rey Jeconías-,

3 la palabra de Yahveh le fue dirigida a Ezequiel, hijo de Buzí, sacerdote, en el país de los caldeos, a orillas del río Quebar, y allí se dejó sentir sobre él la mano de Yahveh.

4 Miré: y he aquí que un viento huracanado venía del norte, una nube grande, con fuego que relampagueaba continuamente y claridad alrededor, y dentro de él como el centelleo del bronce en medio del fuego.

5 En su centro aparecía la figura de cuatro seres vivientes, cuyo aspecto era éste: tenían forma humana,

6 pero cada uno tenía cuatro aspectos y cuatro alas cada uno.

7 Sus piernas eran rectas, y las plantas de los pies eran como las pezuñas de un ternero. Brillaban como el centelleo del bronce bruñido.

8 Tenían manos humanas por debajo de las alas, a sus cuatro lados. Los cuatro tenían rostros y alas.

9 Sus alas estaban unidas la una a la otra; no se volvían al andar; cada uno iba de frente hacia adelante.

10 En cuanto a la forma de sus caras, una cara de hombre y una cara de león a la derecha de los cuatro; una cara de toro a la izquierda de los cuatro; y los cuatro tenían cara de águila.

11 Tales eran sus aspectos. Sus alas estaban desplegadas por encima; cada uno tenía otras dos alas que se unían la una a la otra y otras dos les cubrían el cuerpo.

12 Cada uno iba de frente hacia adelante; iban hacia donde el viento los impulsaba, sin volverse al andar.

13 En medio de los seres vivientes había algo que parecía como ascuas encendidas, que ardían a manera de antorchas, moviéndose de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.

14 También los seres vivientes iban y venían como el relámpago.

15 Miré yo entonces a los seres vivientes y he aquí que había una rueda en el suelo junto a ellos para cada uno de los cuatro.

16 El aspecto de las ruedas y su estructura era como el centelleo del topacio. Las cuatro tenían la misma forma; su aspecto y su estructura era como si una rueda estuviera encajada dentro de la otra.

17 Cuando andaban, marchaban hacia sus cuatro lados; no se volvían al andar.

18 En cuanto a sus llantas, eran altas e infundían temor, pues estas llantas estaban llenas de ojos alrededor de los cuatro.

19 Cuando los seres vivientes andaban, andaban junto a ellos las ruedas; y cuando los seres vivientes se alzaban del suelo, se alzaban también las ruedas.

20 Iban hacia donde el viento los impulsaba a ir, y las ruedas se alzaban con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba también en las ruedas.

21 Cuando ellos andaban, andaban ellas; y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; cuando ellos se alzaban del suelo, se alzaban las ruedas con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba también en las ruedas.

22 Sobre las cabezas de los seres vivientes había una especie de plataforma, resplandeciente como un cristal imponente, extendida por encima de sus cabezas.

23 Debajo de la plataforma, sus alas estaban rectas, la una hacia la otra; cada uno tenía otras dos que le cubrían el cuerpo.

24 Oí el ruido de sus alas cuando andaban: era como el fragor de aguas abundantes, como la voz de Sadday; un estruendo de multitudes como el estruendo de una batalla. Cuando se paraban, replegaban sus alas.

25 Se oyó entonces un estruendo procedente de la plataforma que había sobre sus cabezas.

26 Por encima de la plataforma que estaba sobre sus cabezas había como una especie de piedra de zafiro en forma de trono; y sobre esta forma del trono, una figura con apariencia de hombre que estaba sobre él, por la parte de arriba.

27 Vi entonces como el centelleo del bronce, algo así como fuego que lo envolvía por todas partes desde lo que parecían ser de las caderas para arriba; y desde lo que parecían ser las caderas para abajo, vi como una especie de fuego que producía resplandor alrededor.

28 Como la apariencia del arco iris que hay en las nubes un día de lluvia, así era la apariencia del resplandor que había alrededor: tal era la apariencia de la figura de la imagen de Yahveh. Al verlo, caí de bruces y oí la voz de uno que hablaba.

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Ezequiel 1

1 El año treinta, el día cinco del cuarto mes, estando yo entre los deportados, junto al río Quebar, se abrieron los cielos y tuve visiones divinas.

2 El día cinco del mes -era el año quinto de la deportación del rey Jeconías-,

3 la palabra de Yahveh le fue dirigida a Ezequiel, hijo de Buzí, sacerdote, en el país de los caldeos, a orillas del río Quebar, y allí se dejó sentir sobre él la mano de Yahveh.

4 Miré: y he aquí que un viento huracanado venía del norte, una nube grande, con fuego que relampagueaba continuamente y claridad alrededor, y dentro de él como el centelleo del bronce en medio del fuego.

5 En su centro aparecía la figura de cuatro seres vivientes, cuyo aspecto era éste: tenían forma humana,

6 pero cada uno tenía cuatro aspectos y cuatro alas cada uno.

7 Sus piernas eran rectas, y las plantas de los pies eran como las pezuñas de un ternero. Brillaban como el centelleo del bronce bruñido.

8 Tenían manos humanas por debajo de las alas, a sus cuatro lados. Los cuatro tenían rostros y alas.

9 Sus alas estaban unidas la una a la otra; no se volvían al andar; cada uno iba de frente hacia adelante.

10 En cuanto a la forma de sus caras, una cara de hombre y una cara de león a la derecha de los cuatro; una cara de toro a la izquierda de los cuatro; y los cuatro tenían cara de águila.

11 Tales eran sus aspectos. Sus alas estaban desplegadas por encima; cada uno tenía otras dos alas que se unían la una a la otra y otras dos les cubrían el cuerpo.

12 Cada uno iba de frente hacia adelante; iban hacia donde el viento los impulsaba, sin volverse al andar.

13 En medio de los seres vivientes había algo que parecía como ascuas encendidas, que ardían a manera de antorchas, moviéndose de un lado a otro entre los seres vivientes. El fuego resplandecía, y del fuego salían relámpagos.

14 También los seres vivientes iban y venían como el relámpago.

15 Miré yo entonces a los seres vivientes y he aquí que había una rueda en el suelo junto a ellos para cada uno de los cuatro.

16 El aspecto de las ruedas y su estructura era como el centelleo del topacio. Las cuatro tenían la misma forma; su aspecto y su estructura era como si una rueda estuviera encajada dentro de la otra.

17 Cuando andaban, marchaban hacia sus cuatro lados; no se volvían al andar.

18 En cuanto a sus llantas, eran altas e infundían temor, pues estas llantas estaban llenas de ojos alrededor de los cuatro.

19 Cuando los seres vivientes andaban, andaban junto a ellos las ruedas; y cuando los seres vivientes se alzaban del suelo, se alzaban también las ruedas.

20 Iban hacia donde el viento los impulsaba a ir, y las ruedas se alzaban con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba también en las ruedas.

21 Cuando ellos andaban, andaban ellas; y cuando ellos se paraban, se paraban ellas; cuando ellos se alzaban del suelo, se alzaban las ruedas con ellos, porque el espíritu de los seres vivientes estaba también en las ruedas.

22 Sobre las cabezas de los seres vivientes había una especie de plataforma, resplandeciente como un cristal imponente, extendida por encima de sus cabezas.

23 Debajo de la plataforma, sus alas estaban rectas, la una hacia la otra; cada uno tenía otras dos que le cubrían el cuerpo.

24 Oí el ruido de sus alas cuando andaban: era como el fragor de aguas abundantes, como la voz de Sadday; un estruendo de multitudes como el estruendo de una batalla. Cuando se paraban, replegaban sus alas.

25 Se oyó entonces un estruendo procedente de la plataforma que había sobre sus cabezas.

26 Por encima de la plataforma que estaba sobre sus cabezas había como una especie de piedra de zafiro en forma de trono; y sobre esta forma del trono, una figura con apariencia de hombre que estaba sobre él, por la parte de arriba.

27 Vi entonces como el centelleo del bronce, algo así como fuego que lo envolvía por todas partes desde lo que parecían ser de las caderas para arriba; y desde lo que parecían ser las caderas para abajo, vi como una especie de fuego que producía resplandor alrededor.

28 Como la apariencia del arco iris que hay en las nubes un día de lluvia, así era la apariencia del resplandor que había alrededor: tal era la apariencia de la figura de la imagen de Yahveh. Al verlo, caí de bruces y oí la voz de uno que hablaba.

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Biblia Version de Serafin Ausejo

Copyright © Serafín de Ausejo 1975.

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