1 Juan 5:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹² Si vivimos unidos al Hijo de Dios, tenemos vida eterna. Si no vivimos unidos al Hijo de Dios, no tenemos vida eterna.

Още версии

Biblia Reina Valera 1960

¹² El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² El que tiene al Hijo tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹² El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² El que tiene al Hijo tiene la vida. El que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida.

1 Juan 5:12 Кръстосани препратки

Juan 3:36

El que cree en el Hijo tiene la vida eterna, pero el que no obedece al Hijo no tiene la vida eterna, sino que ha sido condenado por Dios.

Juan 5:24

»Les aseguro que todo el que preste atención a lo que digo, y crea en Dios, que fue quien me envió, tendrá vida eterna. Aunque antes haya vivido alejado de Dios, ya no será condenado, pues habrá recibido la vida eterna.

Juan 3:15

para que todo el que crea en mí tenga vida eterna.

Juan 1:12

Pero aquellos que la aceptaron y creyeron en ella, llegaron a ser hijos de Dios.

1 Corintios 1:30

Dios los ha unido a ustedes con Cristo, y gracias a esa unión ahora ustedes son sabios. Dios los ha aceptado como parte de su pueblo, y han recibido la vida eterna.

Marcos 16:16

Los que crean en mí y se bauticen, serán salvos. Pero a los que no crean en mí, yo los voy a rechazar.

2 Juan 1:9

Si no permanecen fieles a lo que Cristo enseñó, Dios se apartará de ustedes. Pero si se mantienen firmes en lo que Cristo enseñó, Dios el Padre, y el Hijo estarán siempre con ustedes.

Hebreos 3:14

Al principio, cuando confiamos en Cristo, nos hicimos compañeros suyos; y si no dejamos de confiar en él, seguiremos siendo sus compañeros siempre.

Gálatas 2:20

En realidad, también yo he muerto en la cruz, junto con Jesucristo. Y ya no soy yo el que vive, sino que es Jesucristo el que vive en mí. Y ahora vivo gracias a mi confianza en el Hijo de Dios, porque él me amó y quiso morir para salvarme.