Levítico 25:38 - La Biblia Textual 3a Edicion

³⁸ Yo soy YHVH vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para daros la tierra de Canaán y para ser vuestro Dios.

Още версии

Biblia Reina Valera 1960

³⁸ Yo Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán, para ser vuestro Dios.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³⁸ Yo soy el Señor tu Dios, quien te sacó de la tierra de Egipto para darte la tierra de Canaán y para ser tu Dios.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³⁸ pues yo soy Yavé, el Dios de ustedes, que los saqué de la tierra de Egipto para darles la tierra de Canaán y ser su Dios.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³⁸ Yo soy Yahveh, vuestro Dios, que os saqué del país de Egipto para daros la tierra de Canaán y ser vuestro Dios.'

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

³⁸ Yo soy Jehová vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto, para daros la tierra de Canaán y para ser vuestro Dios.

Levítico 25:38 Кръстосани препратки

Génesis 17:7

Yo establezco mi pacto entre Yo y tú, y tu descendencia después de ti en sus generaciones como alianza eterna,° para ser el Dios tuyo y el de tu descendencia después de ti.

Éxodo 20:2

Yo soy YHVH tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de la casa de esclavos.

Jeremías 31:1

En aquel tiempo, dice YHVH, Yo seré Dios de todas las tribus de Israel, Y ellas serán mi pueblo.

Jeremías 31:33

Pero éste es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice YHVH: Daré mi Ley en su mente y la escribiré en su corazón, Y Yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo.

Jeremías 32:38

y ellos serán mi pueblo, y Yo seré su Dios,

Levítico 11:45

porque Yo soy YHVH, que os hice subir de la tierra de Egipto para ser vuestro Dios. Sed, por tanto, santos porque Yo soy santo.

Levítico 25:37

No le darás tu dinero con usura,° ni con ganancia le darás tu alimento.

Números 15:41

Yo, YHVH vuestro Dios, que os saqué de la tierra de Egipto para ser el Dios vuestro. ¡Yo soy YHVH vuestro Dios!

Hebreos 11:16

pero anhelaban una mejor, esta es, la celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos, pues les preparó una ciudad.