2 Tesalonicenses 3:12 - La Biblia Textual 3a Edicion

¹² A los tales, ahora ordenamos y exhortamos en el Señor Jesús, el Mesías, que trabajando con tranquilidad, coman su propio pan.

Още версии

Biblia Reina Valera 1960

¹² A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹² Les ordenamos a tales personas y les rogamos en el nombre del Señor Jesucristo que se tranquilicen y que trabajen para ganarse la vida.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹² A ésos les mandamos y les rogamos, por Cristo Jesús, nuestro Señor, que trabajen y se ganen la vida en vez de molestar.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹² A estos tales les ordenamos y exhortamos en el Señor Jesucristo a que, sin perturbar a los demás, trabajen y coman de su propio pan.

Biblia Reina Valera Gómez (2023)

¹² Y a los tales requerimos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando calladamente, coman su propio pan.

2 Tesalonicenses 3:12 Кръстосани препратки

Proverbios 17:1

Más vale un bocado seco y en paz, Que casa de comilonas con contiendas.

Eclesiastés 4:6

Más vale un puñado de sosiego, que ambos puños llenos de trabajo y de correr tras el viento.

Lucas 11:3

El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.

Efesios 4:28

El que hurtaba no hurte más, sino trabaje, haciendo con las propias manos lo bueno, para que tenga qué compartir con el que tiene necesidad.

1 Tesalonicenses 4:1

Por lo demás, hermanos, os rogamos y exhortamos en el Señor Jesús, que de la manera que aprendisteis de nosotros cómo debéis comportaros y agradar a Dios (como ciertamente os comportáis),° así abundéis más y más.

1 Tesalonicenses 4:11

y que tengáis como meta vivir tranquilamente,° y ocuparos en vuestros propios negocios, y trabajar con vuestras manos, así como os ordenamos;

2 Tesalonicenses 3:8

ni comimos de balde el pan de nadie; sino que trabajamos con afán y fatiga de noche y de día, para no ser gravosos a ninguno de vosotros;

1 Timoteo 2:2

por los reyes y por todos los que están en eminencia, a fin de que podamos vivir quieta y sosegadamente, con toda piedad y dignidad.