1 Reyes 18:36 - La Biblia Textual 3a Edicion36 Cuando llegó la hora de presentar la ofrenda vegetal, sucedió que el profeta Elías se acercó, y dijo: ¡Oh YHVH, Dios de Abraham, de Isaac, y de Israel, sea hoy manifiesto que Tú eres ’Elohim en Israel, y que yo soy tu siervo, y que he hecho todas estas cosas por tu palabra! Вижте главатаОще версииBiblia Reina Valera 196036 Cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Вижте главатаBiblia Nueva Traducción Viviente36 A la hora que solía hacerse el sacrificio vespertino, el profeta Elías caminó hacia el altar y oró: «Oh Señor, Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, demuestra hoy que tú eres Dios en Israel y que yo soy tu siervo; demuestra que yo he hecho todo esto por orden tuya. Вижте главатаBiblia Católica (Latinoamericana)36 En la hora en que se presenta la ofrenda de la tarde, Elías el profeta se adelantó y dijo: 'Yavé, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, que sepan hoy que tú eres Dios de Israel, que yo soy tu servidor, y que en todo actúo según tu palabra. Вижте главатаBiblia Serafín de Ausejo 197536 Llegado el tiempo de ofrecer la oblación, se acercó el profeta Elías y exclamó: '¡Yahveh, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel! Que se reconozca hoy que tú eres el Dios de Israel y yo tu siervo, y que por orden tuya he realizado todas estas cosas. Вижте главатаBiblia Reina Valera Gómez (2023)36 Y sucedió que cuando llegó la hora de ofrecerse el holocausto, se acercó el profeta Elías y dijo: Jehová, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, sea hoy manifiesto que tú eres Dios en Israel, y que yo soy tu siervo, y que por mandato tuyo he hecho todas estas cosas. Вижте главата |
Y respondieron: Ha salido a nuestro encuentro un hombre y nos ha dicho: Id, volved al rey que os envió y decidle: Así dice YHVH: ¿Es porque no hay ’Elohim en Israel por lo que tú mandas a consultar a Baal-zebub, dios de Ecrón? Por tanto, del lecho al que has subido no bajarás, sino que ciertamente morirás.