¡Fueron tantos tus pecados, y tan sucios tus negocios que ni tus templos respetaste! ”Por eso hice que de tu interior brotara un fuego que te quemara. Las naciones que te conocían, y que antes te admiraban, hoy se quedan impresionadas al verte por el suelo, convertido ya en cenizas. ¡Eres motivo de espanto porque has dejado de existir!”»
