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Zacarías 9:17 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

17 ¡Qué maravilloso será ver a los muchachos y a las muchachas alegres, fuertes y bien alimentados!»

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

17 Porque ¡cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará a los jóvenes, y el vino a las doncellas.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 ¡Qué espléndidos y hermosos serán! Los jóvenes florecerán con la abundancia de grano y las jóvenes con el vino nuevo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 ¡Ya se verán fuertes, ya serán hermosos! El trigo dará vigor a los jóvenes y el vino dulce, a las muchachas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 ¡Cuán grande será su felicidad y cuán grande su hermosura! El trigo multiplicará a los jóvenes y el mosto a las doncellas.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 ¡Ah! ¡Cuánta es su belleza y su hermosura! El trigo hará crecer a los jóvenes y el vino a las doncellas.

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Zacarías 9:17
37 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Isaías les dijo a los israelitas: «Ustedes verán a un rey en todo su esplendor; verán un país tan grande que parecerá no tener fronteras.


9 (10) Habrá en tus labios el gusto del buen vino que al correr moja y acaricia los labios y los dientes.


Tan elegante es mi amado, y tan rosada es su piel, que entre diez mil hombres es fácil reconocerlo.


Dios nuestro, ¡muéstranos tu bondad, y bendice nuestro trabajo! ¡Sí, bendice nuestro trabajo!


Desde la ciudad de Jerusalén, desde la ciudad bella y perfecta, Dios deja ver su luz.


2 (3) El rey es el hombre más hermoso y sabe hablar con elegancia. Bien puede verse que Dios siempre lo bendice.


7 (8) Dios mío, ¡tu amor es incomparable! Bajo tu sombra protectora todos hallamos refugio.


19 (20) Tú eres muy bondadoso con la gente que te honra; a la vista de todo el mundo derramas tu bondad sobre los que en ti confían.


»Dios mío, ¡no hay otro Dios como tú! ¡Solo tú eres grande! ¡Solo tú eres poderoso! Tú has hecho grandes maravillas; tú nos llenas de asombro.


La ley apareció para que el pecado se hiciera fuerte; pero si bien el pecado se hizo fuerte, el amor de Dios lo superó.


Pero Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros, a pesar de que nosotros todavía éramos pecadores.


»Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna.


Aquel que es la Palabra habitó entre nosotros y fue como uno de nosotros. Vimos el poder que le pertenece como Hijo único de Dios, pues nos ha mostrado todo el amor y toda la verdad.


18 (4.18) »Cuando llegue ese día, en los cerros y en las colinas habrá vino y leche en abundancia; y nunca faltará el agua en los arroyos de Judá, pues del templo saldrá un manantial que regará el valle de Sitim.


Tendremos mucha comida, y alabaremos a nuestro Dios por todas las grandes maravillas que ha hecho en favor nuestro». Dios le dijo al profeta: «Yo soy el Dios de los israelitas. Yo vivo en medio de mi pueblo. Ellos me reconocerán como su único Dios, pues no hay otro como yo. ¡Y no volverán a ser humillados!


Cuando ellos lleguen a Jerusalén disfrutarán de mis bendiciones. Yo les daré trigo, vino y aceite, y también vacas y ovejas, para que hagan fiesta. Serán como un jardín bien regado, y nunca más perderán su fuerza.


Israel oró a Dios y le dijo: «Dios nuestro, tú tienes en el cielo tu santo y grandioso trono. Muéstranos tu amor y tu poder; déjanos ver tu ternura y compasión. No seas indiferente a nuestro dolor.


Isaías dijo: «Quiero hablar del amor de Dios, y cantar sus alabanzas por todos sus favores. »Dios ha sido muy bondadoso con el pueblo de Israel, le ha mostrado su bondad y su gran amor.


Hablaremos de tu inmensa bondad, y entre gritos de alegría diremos que eres un Dios justo.


Pero tú, mi Dios, eres bondadoso y compasivo; no te enojas fácilmente, y tu amor es siempre el mismo.


Dios mío, tú eres bueno y sabes perdonar; ¡qué grande es tu amor por los que te buscan!


Dios mío, solo una cosa te pido, solo una cosa deseo: déjame vivir en tu templo todos los días de mi vida, para contemplar tu hermosura y buscarte en oración.


Los sacerdotes y mi pueblo disfrutarán de mis bendiciones, y tendrán más de lo que necesitan. Les juro que así lo haré».


Permite que nuestros hijos crezcan en su juventud fuertes y llenos de vida, como plantas en un jardín. Permite que nuestras hijas sean hermosas como las columnas de un palacio.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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