Zacarías 4:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual7 ”No importa que tus enemigos sean los poderosos babilonios, tú los derrotarás por completo. Y cuando pongas la piedra principal para reconstruir mi templo, mi pueblo gritará con alegría: ¡Dios ama mucho a Jerusalén!” অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 19607 ¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido a llanura; él sacará la primera piedra con aclamaciones de: Gracia, gracia a ella. অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente7 Nada impedirá el camino de Zorobabel, ni siquiera una montaña gigantesca, ¡pues se convertirá en llanura delante de él! Y cuando Zorobabel coloque la última piedra del templo en su lugar, la gente gritará: ‘¡Dios lo bendiga! ¡Dios lo bendiga!’”. অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)7 Esta es una palabra de Yavé para Zorobabel: 'Ni con el valor ni con la fuerza, sino sólo con mi espíritu. অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion7 ¿Quién eres tú, oh gran monte? ¡Ante Zorobabel serás aplanado! Él sacará la piedra principal° con aclamaciones de: ¡Gracia, gracia a ella! অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 19757 ¿Quién eres tú, gran montaña? ¡Seas llanura ante Zorobabel! Él sacará la piedra del remate entre las aclamaciones de: ¡muy bien, muy bien!'. অধ্যায়টো চাওক |
«Ustedes, pueblo de Israel, verán a Zorobabel tomar la plomada. Él pondrá los cimientos de mi templo, y llevará a cabo su reconstrucción. Su trabajo es ahora muy pequeño, pero cuando lo haya terminado, ¡hasta los que no creían en él se llenarán de alegría! »Así sabrán que yo, su Dios, fui quien envió a Zacarías a anunciarles todo esto. Las siete lámparas representan mis ojos, pues yo vigilo toda la tierra».
y volverán a oírse las serenatas de los enamorados, y los gritos de gozo y alegría. También se escucharán las alabanzas de los que van hacia mi templo llevando ofrendas de agradecimiento. Irán cantando: “¡Alabemos al Dios de Israel! ¡Alabemos al Dios todopoderoso! ¡Nuestro Dios es bueno y nunca deja de amarnos!” »¡Yo les juro que los haré volver del país adonde fueron llevados prisioneros, y todo volverá a ser como al principio!»
Jesús les contestó: —Les aseguro que si ustedes tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus oraciones sucederá. Hasta podrían hacer lo mismo que yo hice con la higuera, y más todavía. Si le dijeran a esta montaña: “Quítate de aquí y échate en el mar”, ella los obedecería.
Cuando los constructores colocaron los cimientos del templo de Dios, los sacerdotes se pusieron de pie y alabaron a Dios con trompetas. Llevaban puestas sus túnicas sacerdotales. También los descendientes de Leví, de la familia de Asaf, que estaban con ellos, alabaron a Dios haciendo sonar sus platillos, según lo que años atrás había ordenado el rey David.