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Zacarías 4:6 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

6 así que el ángel me explicó: —Dios le está mandando un mensaje a Zorobabel, y es el siguiente: “Zorobabel, no hace falta que seas poderoso, ni necesitas un gran ejército; lo único que necesitas es mi espíritu. Yo soy el Dios todopoderoso, y te aseguro que así es.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

6 Entonces respondió y me habló diciendo: Esta es palabra de Jehová a Zorobabel, que dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Entonces me dijo: —El Señor dice a Zorobabel: “No es por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu, dice el Señor de los Ejércitos Celestiales.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Entonces continuó: 'Estas siete lámparas son los ojos de Yavé que miran por toda la tierra.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 ° Así que respondió y me explicó: Esto es la palabra de YHVH para Zorobabel: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, dice YHVH Sebaot.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Entonces tomó la palabra y me respondió así: 'Ésta es la palabra de Yahveh a Zorobabel: no por el poder ni por la fuerza, sino por mi espíritu -dice Yahveh Sebaot-.

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Zacarías 4:6
33 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

No hay rey que se salve por tener muchos soldados, ni hay valiente que se libre por tener mucha fuerza.


Solo tendré compasión de los habitantes del reino de Judá. Yo mismo los salvaré, y para eso no necesito ejércitos ni armas de guerra».


11 (10) Luego oró a Dios, diciendo: «Dios nuestro, nos hemos atrevido a pelear contra este ejército tan grande, porque confiamos en ti y queremos honrarte. No hay nadie como tú para ayudar al débil y liberarlo del poderoso. Por eso te rogamos que nos ayudes. ¡Tú eres nuestro Dios! ¡Sabemos que nadie te puede vencer!»


»Pero Dios vendrá a visitarnos, y con su poder creador convertirá el desierto en tierra fértil, y la tierra fértil en un bosque hermoso.


Dios dijo: «¡Qué mal les va a ir a ustedes, israelitas rebeldes! Hacen planes sin tomarme en cuenta, y pecan una y otra vez.


—Dios mío, tú eres el que nos da vida a todos. Te pido que les des a los israelitas un líder


Cuando Zorobabel y Josué oyeron el mensaje, reiniciaron la reconstrucción del templo de Dios, y estos profetas los ayudaban.


Pero Dios les hizo entender que lo que ellos anunciaban no era para ellos mismos, sino para ustedes. Ese es el mensaje que les dieron a ustedes quienes les comunicaron la buena noticia. Y lo hicieron con el poder del Espíritu Santo, que fue enviado del cielo. ¡Esto es algo que los ángeles mismos hubieran querido ver!


Que la salvación los proteja como un casco, y que los defienda la palabra de Dios, que es la espada del Espíritu Santo.


José le respondió: —Yo no tengo ese poder, pero Dios sí lo tiene, y le dará a usted la respuesta esperada.


»Todos los que están aquí se darán cuenta de que es Dios quien da la victoria en las batallas. Dios nos dará la victoria sobre ustedes, ¡y así sabrán que para triunfar, Dios no necesita de espadas ni de flechas!


Después del terremoto hubo un fuego. Pero Dios tampoco estaba en el fuego. Después del fuego se oyó el ruido delicado del silencio.


Cuando los constructores colocaron los cimientos del templo de Dios, los sacerdotes se pusieron de pie y alabaron a Dios con trompetas. Llevaban puestas sus túnicas sacerdotales. También los descendientes de Leví, de la familia de Asaf, que estaban con ellos, alabaron a Dios haciendo sonar sus platillos, según lo que años atrás había ordenado el rey David.


Miré hacia otro lado y vi que en esta vida no son los más veloces los que ganan la carrera, ni tampoco son los más valientes los que ganan la batalla. No siempre los sabios tienen qué comer, ni los inteligentes tienen mucho dinero, ni todo el mundo quiere a la gente bien preparada. En realidad, todos dependemos de un momento de suerte,


»Mientras Su Majestad contemplaba la estatua, una piedra que nadie arrojó vino rodando, golpeó a la estatua en los pies, ¡y la estatua se vino abajo!


Dios le dio al profeta Hageo un mensaje para Zorobabel hijo de Salatiel y para Josué hijo de Josadac. Esto sucedió el primer día del mes de Elul, durante el segundo año del gobierno de Darío, rey de Persia. En aquel tiempo el gobernador de Judá era Zorobabel, y el jefe principal de los sacerdotes se llamaba Josué. Dios le dijo a Hageo: «Yo soy el Dios de Israel. Ustedes dicen que aún no es tiempo de reconstruir mi templo,


«Zorobabel es el gobernador de Judá, pero ve a decirle de mi parte que yo voy a hacer temblar el cielo y la tierra.


darás este mensaje: “Así dice el Dios todopoderoso: Yo haré que de aquí salga un hombre para que reconstruya mi templo, y lo llamaré ‘Renuevo’. Él se vestirá como rey, y ocupará el trono para reinar. Compartirá el trono con un sacerdote, pero habrá paz entre ellos dos”.


»Estudien el libro de Dios; lean lo que allí dice: De todos estos animales no faltará uno solo; todos tendrán su pareja porque así Dios lo decidió; Dios los ha reunido con un soplo de su aliento.


»Al ver el poder de Dios, todo el mundo temblará de miedo, porque Dios vendrá con la furia de un río desbordado, y empujado por un fuerte viento.


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