Biblia Todo Logo
অনলাইন বাইবেল

- বিজ্ঞাপন -





Salmos 69:8 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

8 8 (9) ¡Hasta mis propios hermanos me ven como a un extraño!

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক


অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

8 Extraño he sido para mis hermanos, Y desconocido para los hijos de mi madre.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Nueva Traducción Viviente

8 Hasta mis propios hermanos fingen no conocerme; me tratan como a un extraño.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Católica (Latinoamericana)

8 me volví como un extraño a mis hermanos, un desconocido para los hijos de mi madre.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

La Biblia Textual 3a Edicion

8 He venido a ser extraño para mis hermanos, Y extranjero para los hijos de mi madre.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Por tu causa es, ciertamente, el que yo sufra vejación y que me cubran el rostro las afrentas,

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক




Salmos 69:8
18 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

11 (12) Amigos y enemigos me ven como poca cosa; al verme en la calle se espantan y huyen de mí.


La Palabra vino a vivir a este mundo, pero su pueblo no la aceptó.


Dijeron eso porque ni siquiera ellos le creían.


11 (12) Mis amigos más queridos se quedan lejos de mí por causa de mis males; mis parientes cercanos se mantienen a distancia.


Todos lo despreciaban y rechazaban. Fue un hombre que sufrió el dolor y experimentó mucho sufrimiento. Todos evitábamos mirarlo; lo despreciamos y no lo tuvimos en cuenta.


Cuando Eliab, que era el hermano mayor de David, escuchó la conversación de David con los soldados, se enojó muchísimo y le preguntó a David: —¿A qué viniste? ¿Con quién dejaste tus pocas ovejas en el desierto? Yo sé bien que eres un mentiroso y un malvado. Solo viniste a ver la batalla.


Pero todo esto debe suceder para que se cumpla lo que anunciaron los profetas. En ese momento, todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron.


51 (52) Tus enemigos nos ofenden; ¡a cada paso insultan a tu pueblo!


52 (53) Dios mío, ¡bendito seas por siempre! Así sea.


»No quité mi espalda a los que me golpeaban, ni escondí mis mejillas de los que me arrancaban la barba; ni me cubrí la cara cuando me escupían y se burlaban de mí.


»A pesar de todo esto, él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores. Nosotros pensamos que Dios lo había herido y humillado.


Jeremías dijo: «Dios mío, tú lo sabes todo; tú bien sabes que, por ti, me insultan a todas horas. ¡Acuérdate de mí, y ven a ayudarme! ¡No te quedes cruzado de brazos y castiga a los que me persiguen, antes de que me maten!


আমাক অনুসৰণ কৰক:

বিজ্ঞাপন


বিজ্ঞাপন