Salmos 48:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

^1-2 1-2 (2-3) Poderoso es nuestro Dios y merece nuestra alabanza. En el templo del monte Sión habita nuestro Dios y Rey. ¡Allí la tierra se alegra! ¡Allí la tierra lo adora!

অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

¹ Grande es Jehová, y digno de ser en gran manera alabado En la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ ¡Qué grande es el Señor, cuán digno de alabanza en la ciudad de nuestro Dios, situada sobre su monte santo!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Grande es el Señor y muy digno de alabanzas, en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo,

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Cántico. Salmo de los hijos de Coré. ¡Grande es YHVH, y digno de ser alabado en gran manera En la ciudad de nuestro Dios, en su santo monte,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Canto. Salmo. De los hijos de Coré.

Salmos 48:1 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ

Miqueas 4:1

En el futuro, el monte donde se encuentra el templo de nuestro Dios será el monte más importante. Allí vendrán muchos pueblos

Zacarías 8:3

Pero volveré a vivir en ella, y será llamada “Ciudad Fiel”; habitaré de nuevo en mi templo, y Sión será llamado “Monte Santo”. Yo soy el Dios de Israel, y juro que así será.

Salmos 96:4

¡Grande y digno de alabanza es nuestro Dios, y más temible que todos los dioses!

Salmos 46:4

4 (5) Un río alegra a los que viven en la ciudad de Dios; sus arroyos llenan de alegría el templo del Dios altísimo.

Salmos 145:3

¡Grande eres, nuestro Dios, y mereces nuestras alabanzas! ¡Tanta es tu grandeza que no podemos comprenderla!

Apocalipsis 21:2

Vi también que la ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajaba del cielo, donde vive Dios. La ciudad parecía una novia vestida para su boda, lista para encontrarse con su novio.

Salmos 87:3

Ciudad de Dios, de ti se dicen cosas muy bellas.

Apocalipsis 19:5

Entonces oí una voz que venía del trono, la cual decía: «¡Que todos alaben a nuestro Dios! ¡Que lo alabe todo el mundo, los poderosos y los humildes, los que lo sirven y lo honran!»

Mateo 24:15

Jesús siguió hablando con sus discípulos acerca del fin del mundo, y les dijo: —El que lea esto debe tratar de entender lo que dijo el profeta Daniel. Él anunció que algún día se presentaría una ofrenda asquerosa en el templo. »Cuando vean que en el Lugar Santo pasa lo que anunció Daniel, entonces huyan.

Salmos 99:9

¡Alaben a nuestro Dios! ¡Adórenlo en su propio templo! ¡No hay otro Dios!

Salmos 87:1

1 (1b) Dios mismo fundó la ciudad de Jerusalén sobre su montaña.

Salmos 86:10

¡Solo tú eres imponente! ¡Solo tú haces grandes maravillas!

Salmos 78:68

pero eligió a la tribu de Judá y a su amada Jerusalén.

Salmos 65:1

1 (2) Dios mío, que vives en el monte Sión, tú mereces nuestras alabanzas; mereces que te cumplamos las promesas que te hacemos.

Salmos 47:8

8 (9) Dios reina desde su templo sobre todas las naciones.

Salmos 46:1

1 (2) Nuestro Dios es como un castillo que nos brinda protección. Dios siempre nos ayuda cuando estamos en problemas.

Salmos 2:6

Los amenaza diciendo: «Ya elegí al rey que gobernará desde el monte Sión, que es mi montaña santa».

Hebreos 12:22

Ustedes, por el contrario, se han acercado al monte Sión y a la ciudad de Dios, quien vive para siempre. Esa es la ciudad de Jerusalén, que está en el cielo. Allí hay miles de ángeles que alaban a Dios,

Abdías 1:17

»Pero algunos de mi pueblo buscarán refugio en mi templo y allí se pondrán a salvo, pues Sión es mi monte preferido. Allí los descendientes de Jacob recobrarán lo que les pertenece.

Jeremías 31:23

En un sueño, el Dios todopoderoso me dijo: «Cuando yo haga volver a los israelitas del país donde ahora son esclavos, los que viven en las ciudades de Judá volverán a decir: “¡Dios te bendiga, Jerusalén! ¡Ciudad elegida por Dios! ¡Dios te bendiga, templo de Dios, pues en ti habita la justicia!”

Isaías 27:13

Ese día sonará la gran trompeta. Todos los que estaban prisioneros en el país de Asiria y en el país de Egipto, vendrán para adorar a Dios en la santa ciudad de Jerusalén».

Salmos 147:5

Grande es nuestro Dios, y grande es su poder; ¡su entendimiento no tiene fin!

Salmos 30:1

1 (2) Dios mío, yo alabo tu grandeza porque me salvaste del peligro, porque no dejaste que mis enemigos se burlaran de mí.

Salmos 42:1

1 (2) Así como un venado sediento desea el agua de un arroyo, así también yo, Dios mío, busco estar cerca de ti.