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Salmos 27:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

1 1 (1b) Dios mío, tú eres mi luz y mi salvación; ¿de quién voy a tener miedo? Tú eres quien protege mi vida; ¡nadie me infunde temor!

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién he de atemorizarme?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 El Señor es mi luz y mi salvación, entonces ¿por qué habría de temer? El Señor es mi fortaleza y me protege del peligro, entonces ¿por qué habría de temblar?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién he de temer? Amparo de mi vida es el Señor, ¿ante quién temblaré?

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 De David. YHVH es mi luz y mi salvación, ¿De quién temeré? YHVH es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 De David. El Señor es mi luz y mi socorro, ¿de quién he de temer? El Señor es el alcázar de mi vida, ¿de quién he de temblar?

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Salmos 27:1
45 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Por eso, podemos repetir con toda confianza lo que dice la Biblia: «No tengo miedo. Nadie puede hacerme daño porque Dios me ayuda.»


Dios está conmigo: no tengo miedo. Nadie puede hacerme daño,


»Yo le dedico este himno, porque él me da fuerza y me salva. Él es mi Dios; por eso lo alabo. Él es el Dios de mi padre; por eso lo adoro.


pero Dios me ha contestado: «Mi amor es todo lo que necesitas. Mi poder se muestra en la debilidad.» Por eso, prefiero sentirme orgulloso de mi debilidad, para que el poder de Cristo se muestre en mí.


11 (12) Señor y Dios nuestro, tú nos das calor y protección; nos das honor y gloria. Tu bondad no tiene medida para los que siempre hacen lo bueno.


Solo nos queda decir que, si Dios está de nuestra parte, nadie podrá estar en contra de nosotros.


Jesús volvió a hablarle a la gente: —Yo soy la luz que alumbra a todos los que viven en este mundo. Síganme y no caminarán en la oscuridad, pues tendrán la luz que les da vida.


Confiamos en ti, Dios nuestro, y no tenemos miedo, porque tú eres nuestro salvador, nuestro refugio y nuestra fuerza”.


Isaías dijo: «¡Mi Dios me llena de alegría; su presencia me llena de gozo! Él me dio salvación y me trató con justicia.


6 (7) Solo él me da su protección, solo él puede salvarme; ¡jamás seré derrotado!


28-30 (29-31) Dios mío, tú alumbras mi vida, tú iluminas mi oscuridad. Con tu ayuda venceré al enemigo y podré conquistar sus ciudades. Tus enseñanzas son perfectas, tu palabra no tiene defectos. Tú proteges como un escudo a los que buscan refugio en ti.


¡No me daba miedo la oscuridad porque Dios alumbraba mi camino!


Cristo me da fuerzas para enfrentarme a toda clase de situaciones.


¡Gracias, Dios mío, porque me respondiste y me salvaste!


14 (15) ¡Tú eres mi Dios y mi protector! ¡Tú eres quien me defiende! ¡Recibe, pues, con agrado lo que digo y lo que pienso!


La ciudad no necesita que el sol o la luna la iluminen, porque el brillo de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara.


2 (3.20) »Para ustedes, que me respetan, la justicia brillará como el sol y les traerá mi salvación. Entonces ustedes saltarán de alegría, como saltan los terneros cuando salen del establo.


¡Vamos, pueblo de Israel, deja que Dios sea tu guía!


46 (47) ¡Bendito seas, mi Dios, tú que vives y me proteges! ¡Alabado seas, mi Dios y Salvador!


Allí nunca será de noche, y nunca nadie necesitará la luz de una lámpara ni la luz del sol, porque Dios el Señor será su luz, y ellos reinarán para siempre.


Y la luz verdadera pronto llegaría a este mundo.


y gritaban con fuerte voz: «Nos ha salvado nuestro Dios, que está sentado en el trono, y también el Cordero.»


»Con mis propios ojos he visto al Salvador,


1 (1b) Dios es mi protector, ¡no me digan que huya a los cerros, como si fuera un pájaro!


8 (9) Dios mío, solo tú puedes salvarme; ¡bendice a tu pueblo!


¡Todo el mundo verá al Salvador que Dios envía!”»


Jesús les dijo: —¿Por qué están tan asustados? ¡Qué poco confían ustedes en Dios! Jesús se levantó y les ordenó al viento y a las olas que se calmaran, y todo quedó muy tranquilo.


”Entonces todos dirán: ‘Solo Dios puede dar la victoria’. Los que se enojaron conmigo, se llenarán de vergüenza, y volverán a obedecerme.


Tú eres mi Dios y protector, ¿por qué me rechazaste? ¿Por qué debo andar triste y perseguido por mis enemigos?


Pero no tengan miedo. No olviden que nuestro Dios castigó al rey de Egipto y a su pueblo.


Así que no sean cobardes. Nuestro Dios nos acompaña, y ante su poder todos tiemblan de miedo.


»Pero tú, mi Dios, eres el Todopoderoso. Tú examinas al que es justo y sabes lo que pensamos y deseamos. Eres un guerrero invencible, y siempre estás a mi lado; por eso no podrán vencerme los que me persiguen; ¡quiero ver cómo los castigas, porque en ti confío! ¡Quiero ver cómo los derrotas y los pones en vergüenza! ¡Que nunca nadie se olvide de que tú los derrotaste!


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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