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Romanos 8:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

1 Por lo tanto, los que vivimos unidos a Jesucristo no seremos castigados.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Por lo tanto, ya no hay condenación para los que pertenecen a Cristo Jesús;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Ahora bien, esta condenación ya no existe para los que viven en Cristo Jesús.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Jesús el Mesías,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Así pues, ahora ya no pesa ninguna condena sobre quienes están en Cristo Jesús.

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Romanos 8:1
32 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Ahora que estamos unidos a Cristo, somos una nueva creación. Dios ya no tiene en cuenta nuestra antigua manera de vivir, sino que nos ha hecho comenzar una vida nueva. Y todo esto viene de Dios. Antes éramos sus enemigos, pero ahora, por medio de Cristo, hemos llegado a ser sus amigos, y nos ha encargado que anunciemos a todo el mundo esta buena noticia: Por medio de Cristo, Dios perdona los pecados y hace las paces con todos.


Pero Cristo prefirió recibir por nosotros la maldición que cae sobre el que no obedece la ley. De ese modo nos salvó. Porque la Biblia dice: «Dios maldecirá a cualquiera que muera colgado de un madero.»


Dios nos ha aceptado porque confiamos en él. Esto lo hizo posible nuestro Señor Jesucristo. Por eso ahora vivimos en paz con Dios.


Dios los ha unido a ustedes con Cristo, y gracias a esa unión ahora ustedes son sabios. Dios los ha aceptado como parte de su pueblo, y han recibido la vida eterna.


¿Puede alguien castigarlos? ¡De ninguna manera, pues Jesucristo murió por ellos! Es más, Jesucristo resucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros.


»Les aseguro que todo el que preste atención a lo que digo, y crea en Dios, que fue quien me envió, tendrá vida eterna. Aunque antes haya vivido alejado de Dios, ya no será condenado, pues habrá recibido la vida eterna.


»Si ustedes se mantienen unidos a mí, yo me mantendré unido a ustedes. Ya saben que una rama no puede producir uvas si no se mantiene unida a la planta. Del mismo modo, ustedes no podrán hacer nada si no se mantienen unidos a mí.


Sin embargo, nadie ha hecho un arma capaz de destruirte. »Israel, tú harás callar a todo el que te acuse, porque yo, el único Dios, hago triunfar a los que me adoran. Te juro que así será».


Todos los que viven en obediencia al Espíritu de Dios, son hijos de Dios.


Por eso les digo: obedezcan al Espíritu de Dios, y así no desearán hacer lo malo.


Lo hizo para que ya no vivamos de acuerdo con nuestros malos deseos, sino conforme a todos los justos mandamientos de la ley, con la ayuda del Espíritu Santo.


ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!


Si el Espíritu ha cambiado nuestra manera de vivir, debemos obedecerlo en todo.


Así que no importa si son judíos o no lo son, si son esclavos o libres, o si son hombres o mujeres. Si están unidos a Jesucristo, todos son iguales.


Cuando yo regrese a donde ustedes estén, se darán cuenta de que el Padre y yo somos uno; y ustedes y yo también seremos uno.


Pero si hago lo que no quiero hacer, en realidad no soy yo quien lo hace, sino el pecado que está dentro de mí.


Así que no soy yo quien hace lo malo, sino el pecado que está dentro de mí.


Conozco a un hombre que cree en Cristo, y que hace catorce años fue llevado a lo más alto del cielo. No sé si fue llevado vivo, o si se trató de una visión espiritual. Solo Dios lo sabe.


Saluden a Andrónico y a Junia, que son judíos como yo, y que estuvieron en la cárcel conmigo. Son apóstoles bien conocidos, y llegaron a creer en Cristo antes que yo.


Les mando saludos a Priscila y a Áquila, que han trabajado conmigo sirviendo a Jesucristo.


»Esa persona vivirá porque es justa y porque obedece fielmente todos mis mandamientos. Les juro que así será.


El pecado de Adán no puede compararse con el regalo de Dios. El pecado de Adán hizo que Dios lo declarara culpable. Pero gracias al regalo de Dios, ahora él declara inocentes a los pecadores, aunque no lo merezcan.


Ahora, por estar unidos a él, el Espíritu Santo nos controla y nos da vida, y nos ha librado del pecado y de la muerte.


Pero, si el Espíritu de Dios vive en ustedes, ya no tienen que seguir sus malos deseos, sino obedecer al Espíritu de Dios. El que no tiene al Espíritu de Cristo, no es de Cristo.


Dios resucitó a Jesús, y él también hará que los cuerpos muertos de ustedes vuelvan a vivir, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes. Esto Dios lo hará por medio de su Espíritu, que vive en ustedes.


Ustedes han confiado en Jesucristo, y por eso todos ustedes son hijos de Dios.


Queridos hermanos y hermanas de Éfeso: A ustedes, que pertenecen al pueblo especial de Dios, y que siguen creyendo en Jesucristo y viven muy unidos a él, les envío mis saludos. Yo, Pablo, soy apóstol de Jesucristo porque Dios así lo quiso.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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