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Romanos 7:18 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

18 Yo sé que mis deseos egoístas no me permiten hacer lo bueno, pues aunque quiero hacerlo, no puedo hacerlo.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Puedo querer hacer el bien, pero hacerlo, no.

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La Biblia Textual 3a Edicion

18 Porque yo sé que en mí (esto es, en mi carne) no mora el bien, porque el querer está en mí, pero no el hacer lo bueno;°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Pues sé bien que en mí, es decir, en mi condición humana, no reside nada bueno. Porque querer el bien está a mi alcance, pero el hacerlo, no,

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Romanos 7:18
31 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios solo nacen del Espíritu.


5 (7) Tengo que admitir que soy malo de nacimiento, y que desde antes de nacer ya era un pecador.


Porque los malos deseos están en contra de lo que quiere el Espíritu de Dios, y el Espíritu está en contra de los malos deseos. Por lo tanto, ustedes no pueden hacer lo que se les antoje.


Y los que somos de Jesucristo ya hemos hecho morir en su cruz nuestro egoísmo y nuestros malos deseos.


Porque es Dios quien los motiva a hacer el bien, y quien los ayuda a practicarlo, y lo hace porque así lo quiere.


En este mundo, la maldad de hombres y mujeres iba en aumento. Siempre estaban pensando en hacer lo malo, y solo lo malo. Cuando Dios vio tanta maldad en ellos,


Antes, nosotros mismos éramos ignorantes y desobedientes, y andábamos perdidos. Para divertirnos, hacíamos todo lo malo que se nos ocurría. Éramos malvados y envidiosos, y esclavos de esos malos deseos. Todo el mundo nos odiaba, y nosotros también odiábamos a los demás.


En vez de lo bueno que quiero hacer, hago lo malo que no quiero hacer.


La verdad es que no entiendo nada de lo que hago, pues en vez de hacer lo bueno que quiero hacer, hago lo malo que no quiero hacer.


Y cuando a Dios le llegó tan grato aroma, tomó la siguiente decisión: «Aunque todo hombre y mujer solo están pensando en hacer lo malo desde su niñez, por ninguno de ellos volveré a maldecir ni destruir la tierra como esta vez.


Eso demostrará que han dejado de seguir sus malos deseos, y que dedicarán el resto de su vida a hacer lo que Dios quiere.


Con esto no quiero decir que yo haya logrado ya hacer todo lo que les he dicho, ni tampoco que ya sea yo perfecto. Pero sí puedo decir que sigo adelante, luchando por alcanzar esa meta, pues para eso me salvó Jesucristo.


Si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, con mayor razón Dios, su Padre que está en el cielo, dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan.»


Ando como oveja perdida; ven a buscarme, pues te pertenezco y tengo presentes tus mandamientos.


¡Ante Dios no hay nadie que pueda declararse inocente!


Cuando vivíamos sin poder dominar nuestros malos deseos, la ley solo servía para que deseáramos hacer más lo malo. Y así, todo lo que hacíamos nos separaba más de Dios.


Ven y tiéndeme la mano, pues he decidido obedecerte.


Aun nuestras mejores obras son como un trapo sucio; hemos caído como hojas secas, y nuestros pecados nos arrastran como el viento.


Quiero corregir mi conducta y cumplir tus mandamientos.


No me tardo en cumplirlos porque me ayudaste a entenderlos.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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