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Proverbios 29:25 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

25 Si tienes miedo de la gente, tú mismo te tiendes una trampa; pero si confías en Dios estarás fuera de peligro.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

25 El temor del hombre pondrá lazo; Mas el que confía en Jehová será exaltado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Temer a la gente es una trampa peligrosa, pero confiar en el Señor significa seguridad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Es una trampa temblar ante los hombres: el que confía en Yavé está seguro.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 El que teme a los hombres caerá en el lazo, Pero el que confía en YHVH es inaccesible.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 El temor a los hombres es una trampa; quien confía en Yahveh vive seguro.

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Proverbios 29:25
38 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Vale más confiar en Dios que confiar en gente importante.


»Amigos míos, no tengan miedo de la gente que puede quitarles la vida. Más que eso no pueden hacerles.


Dios es como una alta torre; hacia él corren los buenos para ponerse a salvo.


Dios dice: «Mi pueblo me ama y me conoce; por eso yo lo pondré a salvo.


El buen administrador prospera; ¡Dios bendice a quienes en él confían!


»Toda palabra de Dios ha pasado la prueba de fuego. Dios protege como escudo a los que buscan su protección.


1 (1b) Los que confían en Dios son como el monte Sión, que nadie puede moverlo. ¡Permanecerán para siempre!


Por medio de Cristo, ustedes creen en Dios, quien lo resucitó y le dio un lugar de honor en su reino. Por eso ustedes han puesto su confianza en Dios, y están seguros de que él les dará todo lo que les ha prometido.


Los padres dijeron esto porque tenían miedo de los jefes judíos, ya que ellos se habían puesto de acuerdo para expulsar de la sinagoga a todo el que creyera y dijera que Jesús era el Mesías.


No tengan miedo de la gente que puede destruir el cuerpo, pero no la vida que está en ustedes. Más bien, teman a Dios, que tiene el poder de destruirlos totalmente en el infierno.


Y Abraham respondió: —Es que pensé que aquí nadie adora a mi Dios, y que me matarían para quitarme a mi esposa.


¿Quiénes son esos dioses que tanto los asustan, para que me sean infieles y me olviden por completo? »Cuando ustedes no me adoraban, yo me quedaba callado y cerraba los ojos.


Cuando los hombres de aquel lugar le preguntaban por Rebeca, él decía que era su hermana y no su esposa. Y es que tenía miedo, porque pensaba: «Rebeca es muy hermosa; los hombres de este lugar son capaces de matarme para quedarse con ella».


Allí Abraham presentó a Sara como su hermana, y no como su esposa. Por eso Abimélec, que era rey de Guerar, mandó a traer a Sara para que fuera una de sus esposas.


23 (24) Al oír esto, el rey se puso muy contento y mandó que sacaran de la cueva a Daniel. Una vez que lo sacaron, todos pudieron ver que los leones no le habían hecho ningún daño, porque él había confiado en su Dios.


No te vayas a los extremos. Respeta a Dios y todo te saldrá bien.


El amor al dinero es causa de pleitos. Confía en Dios, y prosperarás.


Saúl le dijo a Samuel: —Tienes razón. Mi pecado ha sido no obedecer a Dios. Pero es que tuve miedo de los soldados; por eso los dejé hacer lo que querían.


Entonces los discípulos de Jesús se acercaron y le dijeron: —A los fariseos no les gustó lo que dijiste.


29 (30) Dios mío, ¡levántame, dame ánimo! Yo soy muy pobre y humilde,


Cuando Elías supo esto, se asustó tanto que huyó a Beerseba, en el territorio de Judá. Dejó a su ayudante en Jezreel


Pero David se quedó pensando: «Uno de estos días Saúl me va a matar. Es mejor que me vaya a vivir a la tierra de los filisteos. Así Saúl dejará de perseguirme por todo Israel, y podré vivir tranquilo».


El rey exclamó: «Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nego, que envió a su ángel para salvarlos. Tanto confían ellos en su Dios, que no quisieron obedecer mis órdenes. ¡Estaban dispuestos a morir, antes que adorar a otro dios!


Vivamos bajo el cuidado del Dios altísimo; pasemos la noche bajo la protección del Dios todopoderoso.


¡Ayúdame y ponme a salvo para que obedezca tu palabra!


Sansón le respondió: —Si me atan con sogas nuevas, de las que se usan para atar ganado, perderé mi fuerza y seré como cualquier otro hombre.


13 (14) Entonces empezó a rasguñar los portones de la ciudad y a babear, como si estuviera loco.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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