Oseas 3:4 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual4 Lo mismo sucederá con los israelitas: Durante mucho tiempo no tendrán rey ni jefe; tampoco podrán presentar ofrendas a Dios, ni sabrán lo que Dios quiere que hagan; además, no tendrán sacerdotes ni ídolos familiares. অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 19604 Porque muchos días estarán los hijos de Israel sin rey, sin príncipe, sin sacrificio, sin estatua, sin efod y sin terafines. অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente4 Esto muestra que Israel estará por mucho tiempo sin rey ni príncipe, sin sacrificios ni columnas sagradas ni sacerdotes, ¡ni siquiera ídolos! অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)4 Porque también por muchos días los hijos de Israel quedarán sin rey, sin jefe, sin sacrificios, sin piedras sagradas, sin consultas a Yavé y sin ídolos para proteger la casa. অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion4 Porque muchos días estarán los hijos de Israel Sin rey y sin caudillo, sin sacrificio y sin pilar,° Sin efod y sin terafim.° অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 19754 Porque durante mucho tiempo estarán los hijos de Israel sin rey y sin príncipe, sin sacrificio y sin estela, sin efod y sin terafim. অধ্যায়টো চাওক |
Además Josías eliminó a todos los brujos y adivinos, y destruyó todos los ídolos, incluso los ídolos familiares. Todos los objetos repugnantes que había en Jerusalén y en Judá para adorar a los dioses falsos, fueron destruidos. Así cumplió Josías los mandamientos del libro que el sacerdote Hilquías había encontrado en el templo.
Cuando le informaron a Saúl que David estaba en Queilá, pensó: «Dios me está ayudando a atrapar a David. Se ha metido en una ciudad que se cierra con portones y candados, y no va a poder escapar». Enseguida Saúl reunió a todo su ejército, y se puso en marcha hacia Queilá para capturar a David y a su gente. Pero Abiatar, el hijo del sacerdote Ahimélec, tenía un chaleco sacerdotal, que usaban los sacerdotes para conocer la voluntad de Dios. Lo había llevado consigo cuando huyó de Saúl y se unió a David en Queilá.
Pero Raquel había puesto los ídolos bajo la montura del camello, y se había sentado sobre ellos, por eso le dijo a su padre: «No se enoje si no me levanto, pero es que estoy con mi menstruación». Y así, aunque Labán buscó y rebuscó por toda la tienda, no pudo encontrar sus ídolos. Al verlo buscar por todos lados,