Biblia Todo Logo
অনলাইন বাইবেল

- বিজ্ঞাপন -





Lamentaciones 4:18 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

18 Se acerca nuestro fin. No podemos andar libremente, pues por todas partes nos vigilan; ¡nuestros días están contados!

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক


অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

18 Cazaron nuestros pasos, para que no anduviésemos por nuestras calles; Se acercó nuestro fin, se cumplieron nuestros días; porque llegó nuestro fin.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Era imposible andar por las calles sin poner en peligro la vida. Se acercaba nuestro fin; nuestros días estaban contados. ¡Estábamos condenados!

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Vigilaban nuestros pasos para que no anduviéramos por nuestras plazas.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

La Biblia Textual 3a Edicion

18 x Acechan nuestros pasos para que no entremos en nuestras plazas. Nuestro fin está cercano, nuestros días están cumplidos, Ha llegado nuestro fin.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Sade. Espiaban nuestros pasos, nos prohibían andar por nuestras plazas. Se acercaba nuestro fin, se cumplían nuestros días. Sí; nuestro fin ha llegado.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক




Lamentaciones 4:18
16 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Entonces me preguntó: —¿Qué es lo que ves, Amós? Yo le respondí: —Veo una canasta llena de fruta madura. Entonces Dios me dijo: —Israel está lleno de maldad. Ya no volveré a perdonar sus pecados.


¡Intentaron matarme, y no sé por qué razón! Mis enemigos me atraparon, me encerraron en un pozo.


»Por lo pronto, voy a hacer que vengan muchos enemigos, y que los pesquen como si fueran peces. Después de eso, haré que vengan muchos enemigos y los persigan por todas las montañas y colinas, y hasta en las grietas de las rocas, como si fueran cazadores tras su presa.


»La ciudad de Babilonia va a quedar tan desierta como un campo arrasado por el fuego. ¡Llegó la hora de su destrucción!


11 (12) ¡Que la gente mentirosa no vuelva a vivir en la tierra! ¡Que acabe la calamidad con toda la gente violenta!


Siempre me estás vigilando, como si fueras un león al acecho; apenas hago el menor movimiento, me haces sentir tu poder.


Los profetas solo dicen mentiras, los sacerdotes enseñan lo que quieren, y mi pueblo parece estar feliz. Pero cuando llegue el desastre, nadie acudirá en su ayuda».


Pero al llegar al Portón de Benjamín, me detuvo Irías, que era hijo de Selemías y nieto de Hananías. Como era capitán de la guardia, me dijo: —¡Así que quieres unirte a los babilonios!


আমাক অনুসৰণ কৰক:

বিজ্ঞাপন


বিজ্ঞাপন