Lamentaciones 4:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

¹⁰ ¡Destruida ha quedado Jerusalén! ¡Hasta las madres más cariñosas cocinan a sus propios hijos para alimentarse con ellos!

অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

¹⁰ Las manos de mujeres piadosas cocieron a sus hijos; Sus propios hijos les sirvieron de comida en el día del quebrantamiento de la hija de mi pueblo.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁰ Mujeres de buen corazón han cocinado a sus propios hijos; los comieron para sobrevivir el sitio.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁰ Las mismas manos de tiernas mujeres cocieron a sus hijos, los sirvieron como comida en la ruina de la Hija de mi pueblo.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁰ y Manos de mujeres compasivas cocinaron a sus propios hijos: Les sirvieron de comida en la gran calamidad de la hija de mi pueblo.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁰ Yod. Manos de mujeres delicadas pusieron a cocer sus propios hijos, y éstos fueron su alimento en el desastre de la hija de mi pueblo.

Lamentaciones 4:10 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ

Lamentaciones 2:20

Las madres están por comerse a los hijos que tanto aman. Los sacerdotes y los profetas agonizan en tu templo. Piensa por favor, Dios mío, ¿a quién has tratado así?

Isaías 49:15

Pero Dios respondió: «Jerusalén, ¿acaso puede una madre olvidar o dejar de amar a su hijo? Y aunque ella lo olvidara, yo no me olvidaré de ti.

Jeremías 19:9

Sus enemigos rodearán la ciudad para destruir a sus habitantes. Habrá tanta falta de comida que la gente se comerá a sus propios hijos, y hasta se comerán los unos a los otros”.

Ezequiel 5:10

»Cuando yo declare culpables a sus habitantes, tendrán tanta hambre que los padres se comerán a sus hijos, y los hijos se comerán a sus padres. A los que logren escapar con vida, los dispersaré por todo el mundo.

Lamentaciones 4:3

Bondadosas se muestran las lobas cuando alimentan a sus cachorros, pero las crueles madres israelitas abandonan a sus hijos.

Lamentaciones 3:48

Cuando vi destruida mi ciudad no pude contener las lágrimas.

Levítico 26:29

¡Hasta llegarán a comerse a sus propios hijos e hijas!

2 Reyes 25:3

Para el día nueve del mes de Tamuz de ese año ya no había en Jerusalén nada que comer.

Lamentaciones 2:11

Estoy muy triste y desanimado porque ha sido destruida mi ciudad. ¡Ya no me quedan lágrimas! ¡Siento que me muero! Por las calles de Jerusalén veo morir a los recién nacidos.

Isaías 22:2

pero esta ciudad, que antes vivía alegre, ahora está llena de muertos; ninguno presentó pelea, ninguno murió en batalla.