Jueces 18:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual3 Estando allí, se dieron cuenta de que el joven sacerdote era de otro lugar, por su manera de hablar, y le preguntaron: —¿Quién te trajo acá? ¿Qué estás haciendo? ¿Para qué viniste? অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 19603 Cuando estaban cerca de la casa de Micaía, reconocieron la voz del joven levita; y llegando allá, le dijeron: ¿Quién te ha traído acá? ¿y qué haces aquí? ¿y qué tienes tú por aquí? অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente3 Estando en la casa de Micaía, reconocieron el acento del joven levita, así que se le acercaron y le preguntaron: —¿Quién te trajo aquí? ¿Qué haces en este lugar? ¿Por qué estás aquí? অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)3 Como estaban muy cerca de la casa de Micá oyeron la voz del joven levita y salieron a dar una vuelta. Le preguntaron: '¿Quién te trajo para acá? ¿Qué haces en este lugar? ¿Por qué te quedaste aquí?' অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion3 Y cuando se estaban acercando a la casa de Micah, reconocieron la voz del joven levita, y llegándose allá, le preguntaron: ¿Quién te trajo aquí? ¿qué haces en este lugar? ¿qué tienes aquí? অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 19753 Mientras estaban ellos junto a la casa de Micá, reconocieron al joven levita por la voz y, dirigiéndose a él, le dijeron: '¿Quién te ha traído aquí y qué haces por estos lugares? ¿A qué te dedicas?'. অধ্যায়টো চাওক |
Jacob se acercó a su padre, quien después de tocarlo le preguntó: —¿Eres realmente mi hijo Esaú? Tus brazos son los de Esaú, pero tu voz es la de Jacob. —¡Claro que soy Esaú! —respondió Jacob. Pero Isaac no reconoció a Jacob porque sus brazos tenían pelos como los de Esaú. Entonces Isaac dijo: —Hijo mío, tráeme del animal que cazaste, para que lo coma y te dé mi bendición especial. Jacob le llevó el plato, e Isaac comió; también le llevó vino, e Isaac bebió. Después de comer, Isaac le dijo: —Ahora, hijo mío, acércate y dame un beso. Jacob se acercó a su padre y lo besó. En cuanto Isaac olió sus ropas, lo bendijo así: «Hijo mío, tienes el olor de los campos que Dios bendice.