Judas 1:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual9 Ni siquiera Miguel, el jefe de los ángeles, se atrevió a hacer algo así. Cuando Miguel peleaba con el diablo para quitarle el cuerpo de Moisés, no lo insultó, sino que solo le dijo: «Que el Señor te castigue». অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 19609 Pero cuando el arcángel Miguel contendía con el diablo, disputando con él por el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir juicio de maldición contra él, sino que dijo: El Señor te reprenda. অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente9 Pero ni siquiera Miguel, uno de los ángeles más poderosos, se atrevió a acusar al diablo de blasfemia, sino que simplemente le dijo: «¡Que el Señor te reprenda!». (Esto ocurrió cuando Miguel disputaba con el diablo acerca del cuerpo de Moisés). অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)9 El arcángel Miguel, cuando pleiteaba con el diablo disputándose el cuerpo de Moisés, no se atrevió a pronunciar contra él ninguna palabra de insulto, sino que sencillamente dijo: '¡Que el Señor te reprenda!' অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion9 Mientras que el arcángel Miguel,° cuando disputaba con el diablo, contendiendo por el cuerpo de Moisés,° no se atrevió a proferir juicio de maldición, sino que dijo: ¡El Señor te reprenda!° অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 19759 Cuando el arcángel Miguel, oponiéndose al diablo, discutía sobre el cuerpo de Moisés, no se atrevió a proferir un juicio injurioso, sino que dijo: 'Que el Señor te reprenda'. অধ্যায়টো চাওক |
»En ese tiempo aparecerá Miguel, que es jefe de los ángeles y defensor de Israel. »Serán días de grandes preocupaciones, como no las ha habido desde que Dios creó este mundo. Cuando llegue el momento, Dios pondrá a salvo a todos los de tu pueblo. Ya el nombre de ellos está escrito en el libro de la vida.
17 (18) Al verlos, David salió a su encuentro y les dijo: «Si sus intenciones son buenas y vienen para ayudarme, acepto de todo corazón que se unan a mi tropa; pero si lo que quieren es traicionarme y entregarme a mis enemigos, ¡que nuestro Dios los castigue! Yo a nadie le he causado daño, pues no soy un criminal».