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Joel 2:26 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

26-27 Tendremos mucha comida, y alabaremos a nuestro Dios por todas las grandes maravillas que ha hecho en favor nuestro». Dios le dijo al profeta: «Yo soy el Dios de los israelitas. Yo vivo en medio de mi pueblo. Ellos me reconocerán como su único Dios, pues no hay otro como yo. ¡Y no volverán a ser humillados!

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

26 Comeréis hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios, el cual hizo maravillas con vosotros; y nunca jamás será mi pueblo avergonzado.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Volverán a tener toda la comida que deseen y alabarán al Señor su Dios, que hace esos milagros para ustedes. Nunca más mi pueblo será avergonzado.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Comerán y se saciarán, alabarán el Nombre de su Dios, que ha obrado con ustedes de modo maravilloso, mi pueblo no será ya jamás confundido,

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Comeréis en abundancia y os saciaréis, Y alabaréis el nombre de YHVH vuestro Dios, Que hizo prodigios por vosotros, Y mi pueblo nunca más será avergonzado.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Comeréis cuanto queráis, hasta saciaros, y alabaréis el nombre de Yahveh, vuestro Dios, que hizo en favor vuestro maravillas. Nunca más será mi pueblo abochornado.

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Joel 2:26
41 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

La Biblia dice: «Dios no deja en vergüenza a los que confían en él.»


26 (27) Los pobres comerán y quedarán satisfechos; los que te buscan, Dios mío, te cantarán alabanzas. ¡Dales larga vida!


»En ese lugar celebrarán una fiesta y se alegrarán junto con sus familias y esclavos, y con los de la tribu de Leví que vivan entre ustedes. Recuerden que deben compartir con ellos lo que yo les dé, pues ellos no recibirán ninguna porción de tierra en propiedad. »Cuando ustedes vivan en su territorio, no podrán seguir haciendo lo que les venga en gana, como hasta ahora. Porque donde hoy se encuentran no es el lugar tranquilo que Dios les va a dar; para llegar allá tendrán que cruzar el río Jordán. Tan pronto como se establezcan, y hayan derrotado a todos sus enemigos, vivirán en paz y tranquilidad.


Los reyes serán tus padres adoptivos y las princesas, tus niñeras. Se arrodillarán ante ti y reconocerán que no quedan avergonzados los que confían en mí, y que yo soy el único Dios.


Pero al pueblo de Israel lo salvarás para siempre y nunca más se llenará de vergüenza ni volverá a ser humillado».


Será tan grande su cosecha, que no sabrán qué hacer con ella. Comerán hasta quedar satisfechos, y vivirán tranquilos.


Ahora, hijos míos, sigan unidos a Cristo. Así, cuando él regrese, lo estaremos esperando confiadamente y no pasaremos por la vergüenza de ser castigados.


En la Biblia Dios dijo: «Yo pongo en Jerusalén una roca con la cual muchos tropezarán y caerán. Pero Dios no defraudará a los que confíen en él.»


»No tengas miedo, pues no te insultarán ni pasarás vergüenza. Cuando eras joven pasaste la vergüenza de no tener hijos. Después te quedaste sola como una viuda. Pero no volverás a acordarte de tu vergüenza,


Isaías dijo: «Tú eres mi Dios. Yo alabo y bendigo tu nombre, porque has realizado planes admirables que prometiste desde tiempos antiguos.


¡Qué maravilloso será ver a los muchachos y a las muchachas alegres, fuertes y bien alimentados!»


»Yo mismo cuidaré de mi pueblo; así ellos destruirán las armas enemigas, y ofrecerán un gran banquete para celebrar su victoria. Beberán hasta emborracharse; llenarán de vino sus copas, como se llenan de sangre los tazones que se derraman sobre el altar.


»Tú, Jerusalén, has sido muy rebelde; pero no volverás a quedar en vergüenza. Viene el día en que expulsaré de ti a los que se creen muy importantes. En ti no habrá lugar para los orgullosos.


Por eso dice el Dios de Israel, el que rescató a Abraham: «De ahora en adelante, los israelitas no sentirán más vergüenza.


Ten la bondad de aceptarme este regalo. Te lo traigo porque Dios me ha dado mucho, y tengo todo lo que necesito. Ante la insistencia de Jacob, Esaú lo aceptó.


Adviérteles a los ricos de este mundo que no sean orgullosos ni confíen en sus riquezas, porque es muy fácil perder todo lo que se tiene. Al contrario, diles que confíen en Dios, pues él es bueno, y nos da todo lo que necesitamos para que lo disfrutemos.


¡Óiganme bien, y comerán una comida buena y deliciosa! No vale la pena ganar dinero y gastarlo en comidas que no quitan el hambre.


Ya estoy dentro de mi jardín, amada mía; y encuentro en él bálsamo y mirra. Allí pruebo la miel de mi panal, y bebo vino y leche. ¡Vamos, amigos, coman y beban! ¡Queden saciados de amor!


Los buenos comen hasta llenarse, pero los malvados se quedan con hambre.


Dios mío, tú has sido bueno conmigo; ya puedo dormir tranquilo.


Mi Dios me da siempre todo lo mejor; ¡me hace fuerte como las águilas!


¡Bendito seas, Dios de Israel! Solo tú haces maravillas.


Cuando lleguen los días malos no pasarán vergüenzas; cuando otros no tengan comida, a ellos les sobrará.


Israel conquistó tierras fértiles y poderosas ciudades; tomó casas llenas de riqueza, pozos de agua y viñedos, olivares y árboles frutales. Nuestros antepasados comieron hasta hartarse, engordaron y disfrutaron de tu gran bondad.


Pero una vez que hayan comido y queden satisfechos, no se olviden de dar gracias a Dios por tan excelente tierra.


Además, los dejaré sin alimentos. La comida será tan escasa, que en un pequeño horno cocerán pan diez mujeres. ¡Ningún pan bastará para calmarles el hambre!


Aunque coman, no quedarán satisfechos, sino que se quedarán con hambre; lo que cosechen, lo perderán; y aun si logran rescatar algo, yo haré que lo pierdan en la guerra.


5 (6) Dios mío, ¡que te alaben los pueblos! ¡Que todos los pueblos te alaben!


la tierra les dará sus frutos, y ustedes disfrutarán de ellos hasta quedar satisfechos.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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