Jeremías 12:14 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual
14-15 »Todas las naciones vecinas han atacado y arruinado esta tierra, la cual yo le di a mi pueblo. Pero les advierto que voy a arrancarlas de sus tierras, y lo mismo haré con mi pueblo Judá. Sin embargo, volveré a tener compasión de mi pueblo, y lo sacaré de en medio de las naciones. Una vez que lo haya sacado de allí, haré que vuelva a su tierra.
14 Así dijo Jehová contra todos mis malos vecinos, que tocan la heredad que hice poseer a mi pueblo Israel: He aquí que yo los arrancaré de su tierra, y arrancaré de en medio de ellos a la casa de Judá.
14 Esto dice el Señor: «Desarraigaré de sus tierras a todas las naciones malvadas que extendieron la mano para tomar lo que le di a Israel. Desarraigaré a Judá de entre ellos,
14 Así ha dicho Yavé: 'A todos mis malvados vecinos, que han invadido la propiedad que yo le había regalado a mi pueblo Israel, los voy a arrancar de su suelo. Y a la casa de Judá la arrancaré de en medio de ellos.
14 Así dice YHVH a todos mis malos vecinos, que se apropian de la herencia que Yo hice heredar a mi pueblo Israel: He aquí los arrancaré de sobre su tierra, y arrancaré a la casa de Judá de en medio de ellos.
14 Así dice Yahveh: con respecto a todos mis perversos vecinos, que han tocado la heredad que di en posesión a mi pueblo Israel, mirad: los arrancaré de su país. Pero también arrancaré de en medio de ellos a la casa de Judá.
8-9 (12-13) El Dios todopoderoso me envió a acusar a las naciones que le robaron todo a Jerusalén. Así dice nuestro Dios: «Yo castigaré a todas las naciones que le han hecho daño a mi pueblo. Quien le hace daño a mi pueblo también me lo hace a mí. ¡Yo haré que sus propios esclavos les roben todas sus pertenencias!» Cuando esto suceda, esas naciones sabrán que fue el Dios todopoderoso quien me envió a acusarlas. Él dijo:
Entonces los reinos de Israel y de Judá volverán a unirse, y desde el norte volverán a la tierra que les di como herencia a los antepasados de ustedes.
Acerca de la nación de Edom, el Dios todopoderoso dijo: «¡Ya no hay sabios en Temán! Ya no queda ni uno solo. Se ha acabado la sabiduría, no hay nadie que dé consejos.
Dios les tendrá compasión y los volverá a bendecir. Los hará volver de los países a los cuales los envió. Aun si ustedes se encuentran muy lejos, Dios los buscará y los traerá de nuevo al país que prometió a sus antepasados. Allí prosperarán y tendrán más hijos que sus antepasados.
Y aunque por algún tiempo estuve enojado con mi ciudad, me llena de furia ver a naciones que se sienten muy orgullosas, y que se aprovecharon de mi enojo para hacer sufrir a Jerusalén.
11 (2.2) Ese día será grandioso, pues yo les devolveré a los reinos de Judá y de Israel la grandeza que tuvieron. Volverán a ser una sola nación; tendrán un solo rey, y volverán a Jerusalén los que fueron llevados a otros países.
»Por eso yo, el Dios de Israel, afirmo: “Ahora los israelitas viven prisioneros entre las naciones, pero yo volveré a reunirlos y los llevaré de nuevo a su tierra. Yo prometí dársela a Jacob, su antepasado, pues él siempre estuvo a mi servicio.
El Dios todopoderoso me dio este mensaje para los habitantes de las ciudades de Moab: «¡Pobrecita de la ciudad de Nebo! ¡Estoy a punto de destruirla! ¡Humillaré a la ciudad de Quiriataim, y dejaré en ruinas su fortaleza!
Yo estoy muy enojado con mi pueblo, y por eso lo he dispersado por muchos países. Pero en el futuro volveré a reunirlos, haré que vuelvan a Jerusalén, y entonces vivirán tranquilos y seguros.
Ahora Dios está contento con ustedes, y los trata bien y hace que crezcan más y más en número; pero, si no obedecen, Dios estará feliz de destruirlos, y por la fuerza los expulsará del territorio que ahora les da.
Acerca de la nación de Amón, Dios dijo: «El territorio de Gad era de los israelitas, pero me desobedecieron, y por eso ahora los amonitas, que adoran al dios Milcom, se han apropiado del país.
voy a enviar contra ustedes al rey de Babilonia y a todos los pueblos del norte. Ese rey está a mi servicio, así que lo enviaré contra ustedes y contra sus vecinos. Voy a destruirlos por completo; voy a convertirlos en un montón de ruinas, que solo causará terror y burla. Les juro que así será.
Allí podrán vivir seguros. Volverán a construir casas y a plantar viñedos. ”Ahora sus vecinos los desprecian, pero yo les daré el castigo que se merecen. Entonces los israelitas y las demás naciones se darán cuenta de que yo soy diferente, y me reconocerán como el Dios de Israel”».
”Pero yo soy el Dios de Israel, y me declaro en contra de Edom y de las otras naciones. Estoy muy enojado con ellas porque, entre burlas y desprecios se han adueñado de mi tierra y la han destruido”.