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Isaías 54:17 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

17 Sin embargo, nadie ha hecho un arma capaz de destruirte. »Israel, tú harás callar a todo el que te acuse, porque yo, el único Dios, hago triunfar a los que me adoran. Te juro que así será».

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

17 Ninguna arma forjada contra ti prosperará, y condenarás toda lengua que se levante contra ti en juicio. Esta es la herencia de los siervos de Jehová, y su salvación de mí vendrá, dijo Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Pero en aquel día venidero, ningún arma que te ataque triunfará. Silenciarás cuanta voz se levante para acusarte. Estos beneficios los disfrutan los siervos del Señor; yo seré quien los reivindique. ¡Yo, el Señor, he hablado!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Ningún arma que hayan forjado contra ti resultará, y harás callar a cualquiera que te acuse. Este es el premio para los servidores de Yavé y la victoria que les garantizo, dice Yavé.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Ningún arma forjada contra ti prosperará, Y condenarás a toda lengua que se levante en juicio contra ti. Esta es la herencia de los siervos de YHVH, Y su victoria de parte mía, dice YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Mas ningún arma forjada contra ti tendrá éxito, y toda lengua que se alce contra ti en juicio la declararás culpable. Ésta es la herencia de los siervos de Yahveh, y las victorias que les concedo -dice Yahveh-.

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Isaías 54:17
44 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Si una nación te ataca, tú la vencerás porque no cuenta con mi apoyo.


»Conmigo está el que me protege. Nadie puede acusarme de un delito. El que quiera acusarme, ¡que venga y se me enfrente!


Por lo tanto, los que vivimos unidos a Jesucristo no seremos castigados.


Por eso los que te amamos oramos a ti en momentos de angustia. Cuando vengan los problemas, no nos podrán alcanzar.


Por eso te llamaré Pedro, que quiere decir “piedra”. Sobre esta piedra construiré mi iglesia, y la muerte no podrá destruirla.


20 (21) Cuando estuvo cerca de la cueva, se puso muy triste y gritó: —¡Daniel, tú siempre has adorado al Dios de la vida! ¿Pudo tu Dios salvarte de los leones?


Entonces oí una fuerte voz que decía: «Nuestro Dios ha salvado a su pueblo; ha mostrado su poder, y es el único rey. Su Mesías gobierna sobre todo el mundo. »El diablo ha sido arrojado del cielo, pues día y noche, delante de nuestro Dios, acusaba a los nuestros.


Los grandes ejércitos que atacan a Jerusalén, morirán de hambre y de sed. Soñarán que comen y beben, pero cuando se despierten tendrán el estómago vacío y la garganta reseca».


Dios ya no nos acepta por obedecer la ley; ahora solo acepta a los que confían en Cristo. Con Cristo, la ley llegó a su cumplimiento.


Cristo nunca pecó. Pero Dios lo trató como si hubiera pecado, para declararnos inocentes por medio de Cristo.


5 (6) Tú, Dios mío, conoces mis promesas; tú me entregaste mi parte en la tierra que le diste al pueblo que te adora.


Isaías dijo: «¡Mi Dios me llena de alegría; su presencia me llena de gozo! Él me dio salvación y me trató con justicia.


entonces yo, su Dios, seré su alegría. Los haré gobernantes del país y les entregaré la tierra que prometí a su antepasado Jacob. Les juro que así será».


Dicho esto, Nabucodonosor se acercó al horno lo más que pudo, y gritó: «Sadrac, Mesac y Abed-nego, servidores del Dios altísimo, ¡salgan de allí!» Los tres jóvenes salieron del horno.


Dios los ha unido a ustedes con Cristo, y gracias a esa unión ahora ustedes son sabios. Dios los ha aceptado como parte de su pueblo, y han recibido la vida eterna.


y le pondrán por nombre “Dios es nuestro salvador”. Durante su reinado mi pueblo vivirá en paz y libertad.


Dios mío, ahora voy a recordar tus hechos poderosos, y hablaré de la justicia que solo tú puedes hacer.


Yo, Simón Pedro, estoy al servicio de Jesucristo, quien me envió a anunciar su mensaje. Reciban mis saludos. Jesucristo, nuestro Dios y Salvador, ha sido justo y bueno con todos ustedes, pues los hizo confiar en él, como nos hizo confiar a nosotros.


Después de haber hablado con Job, Dios se dirigió a Elifaz y le dijo: «Estoy muy enojado contigo y con tus dos amigos. Lo que han dicho ustedes de mí no es verdad; en cambio, es verdad lo que ha dicho Job.


Dios acepta a todos los que creen y confían en Jesucristo, sin importar si son judíos o no lo son.


Te aseguro que si lo maltratas, ¡te maldecirá en tu propia cara! Dios le dijo:


Pero yo te aseguro que si lo maltratas y le quitas todo lo que tiene, ¡te maldecirá en tu propia cara!


Le dijo: —No tengas miedo. Mi padre no va a poder encontrarte. Además, hasta él sabe que tú vas a ser rey de Israel, y que yo seré menos importante que tú.


¡Qué mal le irá al malvado! ¡Dios lo castigará por todo lo que ha hecho! En cambio, Dios bendecirá al obediente, y lo recompensará por su buena conducta.


Oigan a los muchos ejércitos enemigos; ¡rugen más que un mar embravecido! Por la noche causan terror, pero al amanecer desaparecen. En cuanto Dios los reprende, salen corriendo y se van muy lejos. ¡Son como la paja que se lleva el viento, como la hierba que arrastra el huracán! ¡Así acabarán las naciones que han robado a Israel y lo han dejado en la ruina!


Abran los portones de Jerusalén, pues por ellos entrará un pueblo justo y fiel.


Hablen con mucho cariño a los habitantes de Jerusalén, y anúncienles de mi parte que ya han dejado de ser esclavos. Ya les hice pagar por sus pecados, y el castigo que han recibido es más que suficiente».


Pero pronto vendré a salvarlos; ya no demoraré más. Yo le daré a Jerusalén la salvación, y mi honor al pueblo de Israel».


¡El Dios todopoderoso es quien me ayuda! Nadie podrá condenarme. Mis enemigos desaparecerán como la ropa comida por la polilla.


Ya se acerca mi justicia, mi salvación está en camino. ¡Con mi poder juzgaré a las naciones! Los pueblos de las costas lejanas confían en mí. Mi poder los llena de esperanza.


»Mira, yo he creado al herrero que fabrica herramientas. Pero también he creado ejércitos que todo lo arruinan y destruyen.


pero yo no se lo permití y él tuvo que bendecirlos. Fue así como los salvé a ustedes.


»Ustedes tienen enemigos que los odian y los combaten, pero yo haré que desaparezcan llenos de vergüenza. Los buscarán, y no los encontrarán, pues habrán dejado de existir.


»En Jerusalén solo vivirá gente honrada que será la dueña del país. Será como los brotes de una planta que yo mismo plantaré; será la obra de mis manos que manifestará mi poder.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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