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Isaías 54:13 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

13 Yo instruiré a tus habitantes, y todos vivirán en paz.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

13 Y todos tus hijos serán enseñados por Jehová; y se multiplicará la paz de tus hijos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Yo les enseñaré a todos tus hijos, y ellos disfrutarán de una gran paz.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Todos tus hijos serán instruidos por Yavé, y grande será la felicidad de tus hijos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y todos tus hijos serán enseñados por YHVH, Y la paz de tus hijos se multiplicará.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Todos tus hijos serán discípulos de Yahveh y será grande la paz de tus hijos.

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Isaías 54:13
44 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

En uno de los libros de los profetas se dice: “Dios enseñará a todos.” Por eso, todos los que escuchan a mi Padre, y aprenden de él, se convierten en mis seguidores.


Así Dios les dará su paz, esa paz que la gente de este mundo no alcanza a comprender, pero que protege el corazón y el entendimiento de los que ya son de Cristo.


Los que aman tu palabra disfrutan de mucha paz y no sufren ningún tropiezo.


»Ya no hará falta que unos sean maestros de otros, y que les enseñen a conocerme, porque todos me conocerán, desde el más joven hasta el más viejo. Yo les perdonaré todas sus maldades, y nunca más me acordaré de sus pecados. Les juro que así será».


»Por eso, este será mi nuevo pacto con el pueblo de Israel: haré que mis enseñanzas las aprendan de memoria, y que sean la guía de su vida. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Les juro que así será.


En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios,


Que Dios, quien nos da seguridad, los llene de alegría. Que les dé la paz que trae el confiar en él. Y que, por el poder del Espíritu Santo, los llene de esperanza.


Les digo estas cosas para que estén unidos a mí y así sean felices de verdad. Pero tengan valor: yo he vencido a los poderes que gobiernan este mundo.


Dios hará vivir en paz a quienes le son fieles y confían en él.


Dios nos ha aceptado porque confiamos en él. Esto lo hizo posible nuestro Señor Jesucristo. Por eso ahora vivimos en paz con Dios.


Pero ustedes tienen al Espíritu Santo, que Cristo puso en ustedes. Por eso no necesitan que nadie les enseñe, pues el Espíritu de Dios les enseña todo; y lo que él enseña no es mentira, sino la verdad. Por eso, sigan las enseñanzas del Espíritu Santo, y manténganse siempre unidos a Cristo.


Entonces les explicó la Biblia con palabras fáciles, para que pudieran entenderla:


En el reino de Dios no importa lo que se come ni lo que se bebe. Más bien, lo que importa es hacer el bien, y vivir en paz y con alegría. Y todo esto puede hacerse por medio del Espíritu Santo.


»Ninguna nación volverá a esclavizarlos ni los animales salvajes volverán a devorarlos. Por el contrario, vivirán tranquilos y sin miedo de nada ni de nadie.


Jesús le dijo: —¡Bendito seas, Pedro hijo de Jonás! Porque no sabes esto por tu propia cuenta, sino que te lo enseñó mi Padre que está en el cielo.


¡Ojalá me hubieras hecho caso! Entonces habrías sido muy feliz


Cristo, el Hijo de Dios, los ha apartado a ustedes del mundo, y les ha dado el Espíritu Santo, y todos ustedes conocen la verdad.


No hace falta que les escriba acerca del amor que debe existir entre los miembros de la iglesia, pues Dios mismo les ha enseñado a amarse unos a otros.


Dios nos dio a conocer todo esto por medio de su Espíritu, porque el Espíritu de Dios lo examina todo, hasta los secretos más profundos de Dios.


»Haré con ellos un pacto eterno de paz, y llegarán a ser un pueblo numeroso. Y cuando ponga mi templo en medio de ellos, y viva allí para siempre, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Entonces las naciones reconocerán que yo habré convertido a Israel en un pueblo muy especial. Yo soy el Dios de Israel».


»Sin embargo, más adelante les devolveré la paz y la tranquilidad, y los haré disfrutar de una vida segura.


En la Jerusalén de aquel día no habrá nadie que haga daño, porque todos conocerán a Dios, y ese conocimiento llenará todo el país, así como el agua llena el mar.


Desde que yo era joven tú has sido mi maestro, y hasta ahora sigo hablando de las maravillas que has hecho.


»Ustedes, los israelitas, saldrán de Babilonia con alegría y volverán con bien a su propio país. Cuando los montes y los cerros los vean, cantarán canciones muy alegres, y los árboles del campo aplaudirán.


Porque ustedes oyeron el mensaje acerca de él, y saben vivir como él manda, siguiendo la verdad que él enseñó.


»Este es el pacto de paz que haré con ustedes: Alejaré a los pueblos violentos. Así podrán vivir tranquilos en el desierto, y podrán dormir en los bosques.


y gente de muchas naciones, y unos a otros se dirán: «Subamos al monte de Sión, al templo del Dios de Israel, para que él mismo nos enseñe y obedezcamos sus mandamientos». Dios mismo será nuestro maestro desde el monte de Sión, ¡desde la ciudad de Jerusalén!


18 (20) »Cuando llegue ese día, me comprometo a que los israelitas vivirán tranquilos y en paz. No habrá animal que les haga daño ni pueblo que les declare la guerra.


Esta promesa es para ustedes y para sus hijos, y para todos los que nuestro Dios quiera salvar en otras partes del mundo.


»Ya no hará falta que unos sean maestros de otros, y que les enseñen a conocerme, porque todos me conocerán, desde el más joven hasta el más viejo.


Dios te hace vivir en paz y te da comida en abundancia.


Además, se burlan de mí y dicen: “¡Cómo se atreve a darnos lecciones y a enseñarnos lo que dice Dios! ¡Ni que fuéramos niños chiquitos


Los que estaban confundidos aprenderán a ser sabios; ¡hasta los más testarudos aceptarán mis enseñanzas!»


El fiel servidor dijo: «Dios me enseñó a consolar a los que están afligidos y cansados. Me despierta todas las mañanas, para que reciba sus enseñanzas como todo buen discípulo.


Yo soy el único Dios; yo haré que la paz y las riquezas de las naciones lleguen hasta Jerusalén como un río desbordado. »Jerusalén los llevará en sus brazos, los alimentará y les mostrará su cariño.


y gente de muchas naciones, y unos a otros se dirán: «Subamos al monte de Sión, al templo del Dios de Israel, para que él mismo nos enseñe y obedezcamos sus mandamientos. »Dios mismo será nuestro maestro desde el monte de Sión, ¡desde la ciudad de Jerusalén!


»Los israelitas se alegrarán como se alegran los soldados cuando han tomado mucho vino; cuando sus hijos vean esto, también se llenarán de alegría por lo que yo haré con ellos.


Dios mío, enséñame a cumplir tus mandamientos, pues obedecerlos me hace feliz; ¡los cumpliré toda mi vida! Aclara mi entendimiento, y los seguiré de todo corazón.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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