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Isaías 49:23 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

23 Los reyes serán tus padres adoptivos y las princesas, tus niñeras. Se arrodillarán ante ti y reconocerán que no quedan avergonzados los que confían en mí, y que yo soy el único Dios.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

23 Reyes serán tus ayos, y sus reinas tus nodrizas; con el rostro inclinado a tierra te adorarán, y lamerán el polvo de tus pies; y conocerás que yo soy Jehová, que no se avergonzarán los que esperan en mí.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

23 Reyes y reinas te servirán y atenderán a todas tus necesidades. Se inclinarán hasta el suelo ante ti y lamerán el polvo de tus pies. Entonces sabrás que yo soy el Señor. Los que confían en mí nunca serán avergonzados».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

23 Los reyes serán tus padres adoptivos y sus princesas tus niñeras. Se agacharán delante de ti hasta tocar el suelo y besarán el polvo de tus pies. Entonces tú sabrás que Yo soy Yavé; y que nunca defraudo a los que esperan en mí.

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La Biblia Textual 3a Edicion

23 Sus reyes serán tus ayos, sus princesas, tus nodrizas; Rostro en tierra te darán homenaje, lamerán el polvo de tus pies, Y sabrás que Yo soy YHVH, Y que los que esperan en mí No serán avergonzados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

23 Reyes serán tus ayos y sus princesas tus nodrizas; rostro en tierra te adorarán y lamerán el polvo de tus pies, para que sepas que yo soy Yahveh y que no se avergüenzan quienes confían en mí'.

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Isaías 49:23
45 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Las naciones traerán sus mejores alimentos y los reyes le entregarán sus regalos. Así los habitantes de Jerusalén reconocerán que yo soy el poderoso Salvador de Israel.


»Los descendientes de sus antiguos enemigos vendrán y se humillarán ante ustedes; quienes antes los despreciaban, se arrodillarán ante ustedes y llamarán a Jerusalén: “Ciudad del Dios santo de Israel”.


»Dios nuestro, ¡obliga a esas naciones a arrastrarse por el suelo, como lo hacen las serpientes! ¡Obliga a esos pueblos a salir de sus refugios, para que llenos de miedo se humillen ante ti!


Dios también le dijo a Israel: «Los campesinos de Egipto, los comerciantes de Etiopía y los hombres de Sabá, que son todos muy altos, desfilarán ante ti y se volverán tus esclavos. Se arrodillarán ante ti y te dirán: “Solo entre ustedes está Dios; no hay ningún otro”».


La Biblia dice: «Dios no deja en vergüenza a los que confían en él.»


Tampoco dejes que pasen vergüenza los que en ti confían; ¡la vergüenza deben pasarla los que traicionan a otros!


Ya verás lo que haré con esos mentirosos que pertenecen a Satanás. Dicen que son judíos, pero en realidad no lo son. Haré que se arrodillen delante de ti, para que vean cuánto te amo.


»Jamás se ha escuchado ni se ha visto que otro dios haya hecho grandes milagros a favor de los que en él confían.


Dios, el Salvador y santo de Israel, le dijo al pueblo: «Israel, tú has sido despreciado y odiado por otros pueblos, y ahora eres esclavo de esos tiranos. Pon atención a mis palabras: “Yo soy tu único Dios; cuando los reyes y los príncipes de otras naciones te vean, se humillarán ante ti. ”¡Yo te he elegido y te cumpliré esta promesa!”»


22 (23) Dios siempre salva a los suyos; los que confían en él no sufrirán ningún castigo.


Pues Dios dice en la Biblia: «Yo seré para Jerusalén una piedra valiosa y escogida. Seré la piedra principal, y serviré de base al edificio. »El que confíe en mí jamás será engañado.»


En la Biblia Dios dijo: «Yo pongo en Jerusalén una roca con la cual muchos tropezarán y caerán. Pero Dios no defraudará a los que confíen en él.»


»Israelitas, las naciones verán cuando Dios los salve, y todos los reyes de la tierra reconocerán su grandeza. Entonces Dios les dará un nombre nuevo,


¡Yo no soy su padre ni su madre! ¡No tengo por qué cargar con ellos y llevarlos al territorio que tú les vas a dar!


»Muchas naciones se asombrarán, y en la presencia de mi fiel servidor los reyes quedarán mudos, porque verán y entenderán lo que jamás habían oído».


Dios mío, ¡grande es tu poder! Te alabarán los reyes de este mundo cuando escuchen tu palabra y sepan todo lo que has hecho.


Cuando José llegó a su casa, ellos se inclinaron delante de él y le entregaron los regalos que le habían llevado. Luego de saludarlos, José les preguntó si su padre aún vivía. Ellos le respondieron: —Así es, nuestro padre todavía vive, está bien de salud y listo para servirle.


¡Que todas las naciones te sirvan y te respeten! ¡Que tus propios parientes se inclinen ante ti, y te reconozcan como su jefe! ¡Malditos sean los que te maldigan! ¡Benditos sean los que te bendigan!»


Dios tendrá compasión de Israel, y de nuevo seremos su pueblo elegido. Dios nos hará volver a nuestra tierra. Gente de muchas naciones vendrá a refugiarse en nuestro país, y se unirá a nuestro pueblo.


Muchas naciones nos ayudarán a regresar a la patria que Dios nos dio. Pero luego tomaremos prisioneras a esas naciones, y así, los que antes nos dominaron y nos maltrataron acabarán siendo nuestros esclavos.


Por tus enseñanzas aprendemos a vivir; ellas nos hacen sentirnos seguros. Lo que más deseamos es obedecerte y adorarte.


Por eso dice el Dios de Israel, el que rescató a Abraham: «De ahora en adelante, los israelitas no sentirán más vergüenza.


Así todo el mundo verá que con mi poder, yo he creado todo esto. Entonces comprenderán que yo soy el Dios santo de Israel».


Dios les dijo a los israelitas: «Ustedes son mis testigos y están a mi servicio. Yo los elegí porque quería que ustedes confiaran en mí; los elegí para que entendieran que yo soy el único Dios. No habrá otro, ni antes ni después.


Pero al pueblo de Israel lo salvarás para siempre y nunca más se llenará de vergüenza ni volverá a ser humillado».


»Pero vendrá un día en que mi pueblo me conocerá. En aquel día sabrán que yo soy quien dice: “¡Aquí estoy!”»


Voy a ponerles tendones, y a recubrirlos de carne y piel. Voy a darles aliento de vida, para que revivan. Así reconocerán que yo soy el Dios de Israel”.


»Por eso, no seré humillado, pues es Dios quien me ayuda. Por eso me mantengo firme como si fuera una roca, y sé que no seré avergonzado.


»El empleado que había recibido cinco mil monedas hizo negocios con ellas, y logró ganar otras cinco mil.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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