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Isaías 47:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

1 Dios dijo: «Ciudad de Babilonia, baja ya de tu trono y siéntate en el suelo. Eres como una viuda joven, y no volverán a llamarte “hermosa” y “delicada”.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

1 Desciende y siéntate en el polvo, virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono, hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán tierna y delicada.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 »Desciende, hija virgen de Babilonia, y siéntate en el polvo porque han terminado tus días de estar sentada en el trono. Oh hija de Babilonia, nunca volverás a ser la encantadora princesa, tierna y delicada.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 ¡Baja y siéntate en el suelo, virgen hija de Babel! No más trono: Siéntate en la tierra, hija de los caldeos. Ya no te llamarán más delicada y tierna.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 ¡Baja, siéntate en el polvo, oh virgen hija de Babilonia! ¡Siéntate en el suelo, sin trono, Oh hija de los caldeos! Nunca más volverás a ser llamada tierna y delicada.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Baja, siéntate en el polvo, virgen, hija de Babel; siéntate en el suelo, sin trono, hija de los caldeos; que ya no te llamarán la mimada, la delicada.

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Isaías 47:1
36 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

»La ciudad de Babilonia va a quedar tan desierta como un campo arrasado por el fuego. ¡Llegó la hora de su destrucción!


Un día, ciudad de Babilonia, ¡también tú serás destruida! ¡Dios habrá de bendecir a los que te paguen con la misma moneda!


Son gente cruel y sanguinaria, armada con arcos y lanzas; vienen a todo galope y dispuestos a atacarte, bella ciudad de Babilonia. El estruendo de sus gritos resuena como las olas del mar.


»Soldados de Egipto: de nada les servirá que vayan a Galaad y consigan alguna crema curativa; aunque consigan medicinas, no les servirán de nada.


La gente llorará y se pondrá de luto, y la ciudad quedará abandonada.


»Ustedes, los que viven en Dibón, ¡bajen ya de su alto trono y siéntense en el duro suelo! ¡El enemigo ha comenzado a destruir!, ¡y caerán las murallas de Moab!


Esto es lo que Dios dice de Senaquerib: “A ti, Senaquerib, Jerusalén te desprecia; los israelitas se burlan de ti a tus espaldas.


27 (28) A la gente humilde le concedes la victoria, pero a los orgullosos los haces salir derrotados.


»Ella era muy orgullosa, y le gustaba vivir con grandes lujos; ¡pues ahora háganla sufrir!, ¡dense el lujo de atormentarla! »Porque ella piensa: “Aquí me tienen, sentada en mi trono de reina. No soy viuda, y nunca sufriré.”


”Era tan singular tu belleza que te volviste muy orgulloso. ¡Tu orgullo y tu hermosura te hicieron perder la cabeza! Por eso te arrojé al suelo y en presencia de los reyes te hice quedar en ridículo.


Todos sus reyes bajarán de sus tronos, se quitarán sus ropas reales, y llenos de miedo se sentarán en el suelo. Cuando vean lo que va a pasar contigo, se espantarán tanto que no dejarán de temblar.


En las calles se mueren de hambre los que antes comían manjares; entre la basura se revuelcan los que antes vestían con elegancia.


En tu enojo les quitaste la vida a los jóvenes y a los ancianos. Mis muchachos y muchachas cayeron muertos por las calles bajo el golpe de la espada; ¡no les tuviste compasión!


De luto están vestidos los ancianos de Jerusalén. En silencio se sientan en el suelo y se cubren de ceniza la cabeza. ¡Las jóvenes de Jerusalén bajan la cabeza llenas de vergüenza!


»Díganle al rey, y también a su madre, que bajen de su trono y se sienten en el suelo, pues ya no tienen derecho a lucir sus hermosas coronas.


»¡Jerusalén, levántate! ¡Sacúdete el polvo! ¡Quítate del cuello las cadenas, y siéntate en el trono!


Dios castiga a los creídos y derrota a la ciudad orgullosa,


y le dijo a Sidón: “Tu fiesta se acabó; tu ciudad capital ha sido destruida. Aunque huyas a la isla de Chipre, no encontrarás paz allí”.


44 (45) pusiste fin a su esplendor, y arrojaste al suelo su corona;


Durante siete días y siete noches estuvieron sentados en el suelo, haciéndole compañía. Era tan grande el sufrimiento de Job que ninguno de ellos se atrevía a decirle nada.


Por eso, Job fue a sentarse sobre un montón de ceniza, y todo el día se lo pasaba rascándose con una piedra.


Voy a acabar con el poder de los reyes; pondré fin a su reinado, destruiré sus carros de guerra y sus caballos, y los jinetes se matarán unos a otros.


Cuando el rey de Nínive supo esto, se levantó de su trono. Luego se quitó sus ropas finas, se puso ropas ásperas, y se sentó en el suelo. Todo esto lo hizo en señal de humildad ante Dios.


Dios le mostró a Isaías lo que haría contra Babilonia, y él se lo comunicó al pueblo:


Dios me dio este mensaje acerca de Babilonia. Me dijo:


Dios tendrá compasión de Israel, y de nuevo seremos su pueblo elegido. Dios nos hará volver a nuestra tierra. Gente de muchas naciones vendrá a refugiarse en nuestro país, y se unirá a nuestro pueblo.


Dios le mostró a Isaías lo que haría con Babilonia, y este dijo: «Como las tormentas que vienen del sur, así atacará un ejército que viene del terrible desierto.


Dios también me dijo: «Voy a enviar una tormenta destructora contra Babilonia, ese pueblo rebelde.


»Los extranjeros no respetaron mi santuario. Por eso ustedes sienten vergüenza, pues oyen que la gente los insulta y se burla de ustedes.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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