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Isaías 43:25 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

25 »Pero yo, que soy tu Dios, borraré todos tus pecados y no me acordaré más de todas tus rebeldías.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

25 Yo, yo soy el que borro tus rebeliones por amor de mí mismo, y no me acordaré de tus pecados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 »Yo, sí, yo solo, borraré tus pecados por amor a mí mismo y nunca volveré a pensar en ellos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Soy yo quien tenía que borrar tus faltas y no acordarme más de tus pecados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 Yo, Yo soy el que borro tus rebeliones Por amor de mí mismo, Y no me acordaré de tus pecados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Yo soy, yo soy quien borra por mi amor tus transgresiones, y de tus pecados no me acuerdo.

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Isaías 43:25
37 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

»Yo les perdonaré todas sus maldades, y nunca más me acordaré de sus pecados.»


Y nunca más me acordaré de sus pecados y maldades.»


»Ya no hará falta que unos sean maestros de otros, y que les enseñen a conocerme, porque todos me conocerán, desde el más joven hasta el más viejo. Yo les perdonaré todas sus maldades, y nunca más me acordaré de sus pecados. Les juro que así será».


”Vengan ya, vamos a discutir en serio, a ver si nos ponemos de acuerdo. Si ustedes me obedecen, yo los perdonaré. Sus pecados los han manchado como con tinta roja; pero yo los limpiaré. ¡Los dejaré blancos como la nieve! ”Entonces comerán de lo mejor de la tierra;


Yo hice desaparecer tus faltas y pecados como desaparecen las nubes en el cielo. ¡Vuelve a obedecerme, porque yo te di libertad!»


Por eso, dejen de pecar y vuelvan a obedecer a Dios. Así él olvidará todo lo malo que ustedes han hecho, les dará nuevas fuerzas


La ley apareció para que el pecado se hiciera fuerte; pero si bien el pecado se hizo fuerte, el amor de Dios lo superó.


«¿Cómo se atreve este a hablar así? ¡Lo que dice es una ofensa contra Dios! Solo Dios puede perdonar pecados.»


Dios mío, es muy grande mi maldad; pero por todo lo que tú eres, te ruego que me perdones.


9 (11) No te fijes en mi maldad ni tomes en cuenta mis pecados.


Cuando llegue ese día, perdonaré a los que aún queden con vida. A Israel y a Judá les perdonaré su maldad.


»Por lo tanto, diles de mi parte a los israelitas: “Ustedes no merecen ser libres, pues por culpa de ustedes las naciones se burlan de mí. Sin embargo, para poner fin a sus burlas les daré libertad. Así las naciones verán que soy un Dios grande y poderoso, y reconocerán que yo soy el Dios de Israel. Lo he dicho, y lo cumpliré.


Si no lo hice, fue por respeto a mí mismo, y para que no hablaran mal de mí los pueblos que me vieron sacarlos de Egipto.


Si no lo hice, fue por respeto a mí mismo y para que no hablaran mal de mí los pueblos entre los cuales vivían los israelitas. Y es que yo me di a conocer a los israelitas, y los saqué de Egipto, en presencia de esos pueblos.


Dios protegerá esta ciudad, por amor a sí mismo, y por amor a David, quien le fue fiel en todo».


Entiéndanme bien: todo esto lo haré para que ustedes se avergüencen de su mala conducta, y no porque se lo merezcan. Les juro que así lo haré.


Si no lo hice, fue por respeto a mí mismo, y para que no hablaran mal de mí los pueblos que me vieron sacarlos de Egipto.


Dios hizo todo eso para que lo alabemos por su grande y maravilloso amor. Gracias a su amor, nos dio la salvación por medio de su amado Hijo.


Los maestros de la Ley y los fariseos pensaron: «¿Y este quién se cree que es? ¡Qué barbaridades dice contra Dios! ¡Solo Dios puede perdonar pecados!»


Apartó de nosotros los pecados que cometimos del mismo modo que apartó los extremos de la tierra.


Lo hice por respeto a mí mismo y para salvar mi honor. Porque mi nombre debe ser siempre respetado. Yo nunca permitiré que adoren a otros dioses, porque solo a mí deben adorar».


Arrepiéntanse, porque Dios está siempre dispuesto a perdonar; él tiene compasión de ustedes. »Que cambien los malvados su manera de pensar, y que dejen su mala conducta».


»Dios, no te enojes demasiado ni te acuerdes todo el tiempo de nuestros pecados: ¡mira que somos tu pueblo!


Al contrario, vivirá por causa de su rectitud, y yo no volveré a acordarme de todos los pecados que cometió.


3 (5) Sé muy bien que soy pecador, y sé muy bien que he pecado.


4 (6) A ti, y solo a ti te he ofendido; he hecho lo malo, en tu propia cara. Tienes toda la razón al declararme culpable; no puedo alegar que soy inocente.


Mi Dios me perdonó todo el mal que he hecho; me devolvió la salud,


»Dios, tú eres nuestro padre; nosotros somos el barro y tú eres el alfarero: ¡tú eres nuestro creador!


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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