Isaías 37:24 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

²⁴ Tu mensaje es un grave insulto para mí. ”Tú presumes de tener muchos carros de combate y de haber subido con ellos a las más altas montañas del Líbano. Tú presumes de haber derribado los cedros y los pinos más altos y hermosos. Dices que has llegado a los lugares más lejanos y a los bosques más tupidos.

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Biblia Reina Valera 1960

²⁴ Por mano de tus siervos has vituperado al Señor, y dijiste: Con la multitud de mis carros subiré a las alturas de los montes, a las laderas del Líbano; cortaré sus altos cedros, sus cipreses escogidos; llegaré hasta sus más elevadas cumbres, al bosque de sus feraces campos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁴ Por medio de tus mensajeros, has desafiado al Señor. Dijiste: ‘Con mis numerosos carros de guerra conquisté las montañas más altas, sí, las cimas más remotas del Líbano. Corté sus cedros más altos y sus mejores cipreses. Alcancé sus rincones más lejanos y exploré sus bosques más espesos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁴ Por boca de tus mensajeros has insultado a Yavé; 'Con mis innumerables carros dijiste-, he subido a las más altas montañas, en las faldas del Líbano. He cortado sus altos bosques de cedros y sus cipreses más hermosos. He llegado hasta su más remotos escondites, hasta sus frondosas selvas.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁴ Por medio de tus siervos has provocado a Adonay, pues dijiste: Con la multitud de mis carros he subido a las alturas de las montañas, a lo más inaccesible del Líbano. He talado sus más altos cedros y sus mejores cipreses; he llegado hasta el último de sus refugios, hasta lo más denso de su bosque;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁴ Por boca de tus mensajeros has escarnecido a mi Señor y has dicho: con la multitud de mis carros he subido a las cumbres de los montes, a las cimas del Líbano. He talado sus más altos cedros, sus más escogidos cipreses. Penetré en sus lugares más remotos, en sus más frondosos bosques.

Isaías 37:24 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ

Isaías 14:8

Hasta los pinos y los cedros del Líbano se alegran de tu ruina y dicen: “Rey de Babilonia, ya fuiste derrotado; ahora nadie volverá a derribarnos”.

Isaías 10:18

Dios destruirá por completo la belleza de sus bosques y sus huertos. Quedarán tan pocos árboles, que hasta un niño los podrá contar.

Daniel 4:30

30 (27) y dijo: «¡Qué grande es Babilonia! ¡Yo fui quien la hizo grande y hermosa, para mostrar mi poder a todo el mundo!»

Isaías 37:4

Ojalá que Dios haya escuchado los insultos que el oficial de Senaquerib lanzó en contra del Dios de Israel, y que lo castigue. Pídele a Dios que ayude a los israelitas que aún quedan con vida.

Isaías 36:9

Y si estás esperando a los egipcios, déjame decirte que los caballos y carros de combate de Egipto no harán temblar ni al más insignificante de mis soldados.

Isaías 29:17

»Dentro de muy poco tiempo, el bosque se convertirá en un campo de cultivo, y el campo de cultivo se parecerá a un bosque.

Salmos 20:7

7 (8) Algunos confían en sus carros de guerra, otros confían en sus caballos, pero nosotros solo confiamos en nuestro Dios.

Éxodo 15:9

»Nuestros enemigos pensaron: “¡Vamos a perseguirlos! ¡Vamos a darles alcance! ¡Vamos a acabar con ellos! ¡Les quitaremos todo lo que tengan, y nos lo repartiremos!”

Isaías 10:33

»¡Miren a los asirios! ¡Son como árboles en un bosque! El Dios todopoderoso los derriba con una fuerza terrible; a los más altos los corta, y los tira al suelo.

Isaías 10:34

¡Dios derriba de un solo golpe los árboles más bellos del Líbano!

Jeremías 22:7

Yo enviaré contra ustedes un ejército para que los destruya, y para que les prenda fuego a sus bosques más hermosos.

Jeremías 46:8

¡Es Egipto, que se ha enfurecido, que ha crecido como el Nilo! Viene decidido a inundar la tierra, a destruir ciudades y a matar gente.

Jeremías 22:6

»Yo, el Dios de Israel, les digo a los que están en el palacio de Judá: “Ustedes son para mí tan especiales como el monte Galaad y como las altas montañas del Líbano. Pero voy a convertirlos en un desierto, en una ciudad deshabitada.

Ezequiel 21:2

2-4 (7-9) «Ezequiel, hombre mortal, vuelve la mirada hacia Jerusalén y diles a los israelitas que yo me he declarado enemigo de ellos y del templo. Tomaré la espada y, desde el norte hasta el sur, mataré por igual a justos y a pecadores.