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Isaías 30:26 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

26 Ese día Dios les sanará las heridas, porque ustedes son su pueblo. La luz de la luna será tan brillante como la del sol, y el sol brillará siete veces más. ¡Será como si brillaran siete soles juntos!»

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

26 Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que vendare Jehová la herida de su pueblo, y curare la llaga que él causó.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 La luna será tan resplandeciente como el sol, y el sol brillará siete veces más, como la luz de siete días en uno solo. Así será cuando el Señor comience a sanar a su pueblo y a curar las heridas que le hizo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Entonces la luna alumbrará como el sol, y la luz del sol será siete veces más fuerte el día en que Yavé vende la herida de su pueblo y le haga una curación a las magulladuras de sus golpes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 La luz de la Cándida será como la del Ardiente, y la luz del Ardiente será siete veces más intensa, como la luz de siete días, cuando YHVH ponga vendas a la fractura de su pueblo, y cure la llaga que Él le causó.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Y será la luz de la blanquecina como la luz del ardoroso. Y la luz del ardoroso será siete veces mayor, como la luz de siete días, el día en que vende Yahveh la fractura de su pueblo y cure la llaga de su herida.

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Isaías 30:26
25 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Allí nunca será de noche, y nunca nadie necesitará la luz de una lámpara ni la luz del sol, porque Dios el Señor será su luz, y ellos reinarán para siempre.


La ciudad no necesita que el sol o la luna la iluminen, porque el brillo de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara.


¡Dense cuenta ahora de que yo soy el único Dios! Solo yo sano las heridas; ¡solo yo doy la vida, y solo yo puedo quitarla! ¡De mí no se escapa nadie!


El sol y la luna se oscurecerán, porque el Dios todopoderoso reinará desde Jerusalén, y los jefes de su pueblo serán testigos del poder de Dios».


Dios hiere, pero cura la herida; Dios golpea, pero alivia el dolor.


»Yo estoy dispuesto a destruir a cualquier nación que ataque a Jerusalén. De tal manera protegeré a sus habitantes que, ese día, los más débiles entre ellos serán tan poderosos como David; además, los descendientes de David volverán a gobernar como si mi propio ángel los dirigiera.


Entonces los israelitas dijeron: «¡Volvamos a Dios! Aunque él nos ha castigado mucho, también nos dará su perdón.


Incomparable eres tú, Jerusalén; ¿qué más te puedo decir? ¿Qué puedo hacer para consolarte, bella ciudad de Jerusalén? Tus heridas son muy profundas; ¿quién podría sanarlas?


En la Jerusalén de aquel día no habrá nadie que haga daño, porque todos conocerán a Dios, y ese conocimiento llenará todo el país, así como el agua llena el mar.


»Cuando llegue ese día, haré que los descendientes de David, vuelvan a reinar sobre Israel. Volverán a ser fuertes como antes.


Por lo tanto, su pecado caerá sobre ustedes como un muro alto y agrietado, que se viene abajo cuando uno menos lo espera.


Será como un jarro que se rompe por completo. Tan pequeños son los pedazos que no sirven para nada; ¡ni para remover el fuego ni para sacar agua de un pozo!”


Pero Dios perdonará los pecados de los habitantes de Jerusalén. Ninguno de ellos volverá a decir: “Siento que me muero”».


Yo he visto su desobediencia, pero les quitaré su rebeldía y les daré descanso. A todos los que están tristes


»Los que ayunan así brillarán como la luz de la aurora, y sus heridas sanarán muy pronto. Delante de ellos irá la justicia y detrás de ellos, la protección de Dios.


El fiel servidor de Dios dijo: «El espíritu de Dios está sobre mí, porque Dios me eligió y me envió para dar buenas noticias a los pobres, para consolar a los afligidos, y para anunciarles a los prisioneros que pronto van a quedar en libertad.


Pero a ti te curaré las heridas. No importa que todos te desprecien y te llamen “Ciudad abandonada”».


Dos o tres días le serán suficientes para restaurarnos por completo.


2 (3.20) »Para ustedes, que me respetan, la justicia brillará como el sol y les traerá mi salvación. Entonces ustedes saltarán de alegría, como saltan los terneros cuando salen del establo.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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