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Hechos 7:51 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

51 Antes de terminar su discurso, Esteban les dijo a los de la Junta Suprema: —¡Ustedes son muy tercos! ¡No entienden el mensaje de Dios! Son igual que sus antepasados. Siempre han desobedecido al Espíritu Santo.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

51 ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazón y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, así también vosotros.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

51 »¡Pueblo terco! Ustedes son paganos de corazón y sordos a la verdad. ¿Resistirán para siempre al Espíritu Santo? Eso es lo que hicieron sus antepasados, ¡y ustedes también!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

51 Ustedes son un pueblo de cabeza dura, y la circuncisión no les abrió el corazón ni los oídos. Ustedes siempre resisten al Espíritu Santo, al igual que sus padres.

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La Biblia Textual 3a Edicion

51 ¡Duros de cerviz, e incircuncisos de corazones y de oídos! Vosotros resistís siempre al Espíritu Santo; como vuestros padres, también vosotros.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

51 ¡Gente de dura cerviz e incircuncisos de corazón y de oídos! Siempre estáis resistiendo al Espíritu Santo. Como vuestros padres, igual vosotros.

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Hechos 7:51
38 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Pero no sean tercos, ni se olviden jamás del pacto que tienen con Dios.


Ahora son rebeldes y se comportan como las naciones que no creen en mí, pero entonces se humillarán y aceptarán el castigo de su maldad.


No hagan que se ponga triste el Espíritu Santo de Dios, que es como un sello de identidad que Dios puso en ustedes, para reconocerlos cuando llegue el día en que para siempre serán liberados del pecado.


»Pero los israelitas desobedecieron y ofendieron al Dios santo; por eso, él los trató como si fueran enemigos y les declaró la guerra.


Los verdaderos circuncidados somos nosotros, los que guiados por el Espíritu adoramos a Dios y estamos orgullosos de pertenecer a Jesucristo. Nosotros no creemos que podamos hacer nada para salvarnos. Si la salvación dependiera de la circuncisión, yo podría sentirme más orgulloso que cualquiera:


pero ninguno de ellos pudo vencerlo, porque él hablaba con la sabiduría que le daba el Espíritu Santo.


Y yo, Jeremías, pregunto: «¿Con quién voy a poder hablar? ¿Quién va a hacerme caso? Se tapan los oídos porque no quieren escuchar. Se burlan de la palabra de Dios porque no la quieren obedecer.


Así no seremos rebeldes, como lo fueron nuestros abuelos: tan malvados eran sus pensamientos que Dios no podía confiar en ellos.


Los judíos se circuncidan en señal de que son parte del pueblo de Dios. Pero a ustedes Dios los hizo parte de su pueblo al unirlos a Cristo, y así les quitó el deseo de seguir pecando. Esa fue la circuncisión que Dios mismo les hizo.


De nada sirve que alguien se circuncide, si no obedece la ley. Si la desobedece, es como si nunca se hubiera circuncidado.


»Pero los israelitas fueron rebeldes. No quisieron obedecer a Moisés y, en cambio, deseaban volver a Egipto.


»Pero el que estaba maltratando al otro se dio vuelta, empujó a Moisés y le respondió: “¡Y a ti qué te importa! ¿Quién te ha dicho que tú eres nuestro jefe o nuestro juez?


»José fue uno de los doce hijos de Jacob. Como sus hermanos le tenían envidia, lo vendieron como esclavo a unos comerciantes, que lo llevaron a Egipto. Sin embargo, Dios amaba a José,


”Por eso, yo les aseguro que no entrará en mi templo nadie que no sea israelita. No entrará nadie que no lleve en su cuerpo y en su mente la señal de mi pacto, ¡ni siquiera los extranjeros refugiados en el país!


No le dan ninguna importancia a mi templo; al contrario, dejan entrar en él a extranjeros, que ni en su cuerpo ni en su mente llevan la señal de mi pacto. Dejan en manos de esa gente el culto en el templo, que es algo muy especial y que a ustedes les corresponde hacer. Además, ustedes me faltan al respeto, pues me presentan grasa y sangre como ofrenda. Con esos actos repugnantes, ustedes faltan a mi pacto.


Durante muchos años les tuviste paciencia; tu espíritu y tus profetas les advirtieron del castigo. Pero ellos no quisieron escuchar, así que los dejaste caer en manos de sus enemigos.


pues los conozco muy bien. Yo sé que ustedes son tercos y rebeldes. Si ahora que estoy con ustedes desobedecen a Dios, ¿qué no harán cuando ya me haya muerto?


”Ustedes, los que viven en Judá, no han querido obedecer a Dios; al contrario, se empeñan en desobedecerlo y no quieren ser disciplinados.


Como yo sabía que ustedes tienen la cabeza más dura que el hierro y el bronce,


5 (6) que no presuman de su poder ni se sientan superiores».


»Pero nuestros antepasados fueron orgullosos y tercos; no te obedecieron.


Dios hará que se olviden de hacer el mal. Entonces ustedes y sus descendientes lo amarán y lo obedecerán con toda su mente y con todo su ser, y no por obligación. Así podrán vivir muchos años.


Me he dado cuenta de que este pueblo es muy terco.


Una cosa debe quedar bien clara: si Dios les da esta buena tierra, no es porque ustedes sean muy buenos, pues en realidad son un pueblo muy terco.


diciendo: «¡Dios mío! ¡Dios mío! Si de veras me amas, acompáñanos. Es verdad que somos muy tercos, pero perdona nuestros pecados y acéptanos como tu pueblo».


»Los israelitas rechazaron a Moisés, y le dijeron: “¿Quién te ha dicho que tú eres nuestro jefe o nuestro juez?” Pero Dios mismo lo convirtió en jefe y libertador de su pueblo. Esto lo hizo por medio del ángel que se le apareció a Moisés en el arbusto.


Pero ellos no hicieron caso ni confiaron en Dios, sino que fueron tercos, como sus antepasados.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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