Hechos 7:44 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual44 »Allí, en el desierto, nuestros antepasados tenían el santuario del pacto, que Moisés construyó según el modelo que Dios le había mostrado. অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 196044 Tuvieron nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como había ordenado Dios cuando dijo a Moisés que lo hiciese conforme al modelo que había visto. অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente44 »Nuestros antepasados llevaron el tabernáculo con ellos a través del desierto. Lo construyeron según el plan que Dios le había mostrado a Moisés. অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)44 Nuestros padres tenían en el desierto la Tienda del Testimonio; el que hablaba a Moisés le había ordenado que la fabricara según el modelo que había visto. অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion44 Tenían nuestros padres el tabernáculo del testimonio en el desierto, como había ordenado° el que hablaba a Moisés para que lo hiciera conforme al modelo que había visto.° অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 197544 Nuestros padres tenían en el desierto la Tienda del testimonio, según lo había dispuesto el que mandó a Moisés hacerlo conforme al modelo que había visto; অধ্যায়টো চাওক |
Entonces David le entregó a su hijo Salomón los planos que había hecho para la construcción del templo. Los planos seguían las instrucciones de Dios para construir todos los edificios, salones, cuartos y patios del templo. En los cuartos de alrededor se guardarían los utensilios, tesoros y ofrendas especiales, y también dormirían los sacerdotes y los ayudantes que vendrían por turnos a trabajar en el templo. David también le entregó a Salomón el oro y la plata necesarios para hacer todos los utensilios y muebles que se usarían para los cultos en el templo; le indicó el peso que debían tener, y el material que debían usar para fabricarlos. Esta es la lista de algunos de los muebles y utensilios: los candelabros y sus lámparas; las mesas donde se pondría el pan consagrado; los tenedores, los tazones, las jarras y las copas; el altar del incienso y el carro que serviría para mover los querubines que, con sus alas extendidas, cubrirían el cofre del pacto de Dios.
»Para el servicio en el santuario del pacto, tú y tus descendientes podrán pedir la ayuda de sus hermanos de la tribu de Leví. Yo mismo los elegí de entre todas las tribus de Israel, y ahora se los entrego a ustedes para que los ayuden en su servicio en el santuario. Ellos podrán ayudarlos, aunque no podrán tocar los objetos sagrados del santuario ni del altar. Si lo hacen, tanto ellos como ustedes morirán. »Solo ustedes podrán trabajar como sacerdotes en el altar y en el Lugar Santísimo. Solo ustedes cuidarán del altar y de todos los objetos sagrados que hay en el santuario. Los demás descendientes de Leví podrán estar con ustedes, y ayudarlos en todo lo que hagan. Pero no permitirás que nadie más se acerque a ustedes. Cumplan con esto, y no volveré a enojarme con los israelitas, ni a castigarlos. Cualquiera que haga trabajos sacerdotales y no sea sacerdote, será condenado a muerte».
La gente dejó el campamento y se dispuso a cruzar el río Jordán en el tiempo de la cosecha, cuando el río se desborda a causa del agua que baja de la zona de Adam, cerca de Saretán. Los sacerdotes iban delante de ellos, con el cofre del pacto, y tan pronto como pusieron el pie en el río, el agua dejó de correr y se acumuló. La que corría hacia el Mar Muerto siguió su curso hasta desaparecer. Entonces el pueblo cruzó el río frente a la ciudad de Jericó.