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Hechos 24:26 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

26 Félix llamaba mucho a Pablo para hablar con él, pero más bien quería ver si Pablo le daría algún dinero para dejarlo en libertad.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

26 Esperaba también con esto, que Pablo le diera dinero para que le soltase; por lo cual muchas veces lo hacía venir y hablaba con él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

26 También esperaba que Pablo lo sobornara, de modo que lo mandaba a llamar muy a menudo y hablaba con él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Félix tenía esperanza de que Pablo le ofreciese dinero, y por eso lo llamaba a menudo para conversar con él.

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La Biblia Textual 3a Edicion

26 Porque al mismo tiempo esperaba que Pablo le diera° dinero; por lo cual, lo hacía llamar con frecuencia para conversar con él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Esperaba, por otra parte, que Pablo le daría dinero. Y, por ello, con frecuencia lo mandaba llamar para conversar con él.

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Hechos 24:26
29 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

El malvado se vende por dinero; ¡por eso hay tanta injusticia!


Esos falsos maestros desearán tener más y más dinero, y lo ganarán enseñando mentiras. Pero Dios ya decidió castigarlos desde hace mucho tiempo, y no se salvarán de ese castigo.


No se dejen engañar. Ustedes bien saben que los que hacen lo malo no participarán en el reino de Dios. Me refiero a los que tienen relaciones sexuales prohibidas, a los que adoran a los ídolos, a los que son infieles en el matrimonio, a los afeminados, a los hombres que tienen relaciones sexuales con otros hombres, a los ladrones, a los que siempre quieren más de lo que tienen, a los borrachos, a los que hablan mal de los demás, y a los tramposos. Ninguno de ellos participará del reino de Dios.


»Durante muchos años anduve por otros países. Luego volví a mi país, para traer dinero a los pobres y presentar una ofrenda a Dios.


Los gobernantes y los jueces exigen dinero para favorecer a los ricos. Los poderosos dicen lo que quieren y siempre actúan con falsedad. ¡Son unos maestros para hacer lo malo!


Los sacerdotes, profetas y jueces enseñan, predican o dictan sentencia solo a cambio de dinero. »Y para colmo se atreven a decir: “No tenemos nada que temer. ¡Dios está con nosotros!”


¡Mientras se emborrachan, van en busca de mujerzuelas! Prefieren la mala vida a vivir como gente decente.


Y así lo hacen: llegan, se sientan delante de ti, y te prestan atención. Para ellos, tú eres como un cantante de dulce voz, que sabe tocar bien su instrumento musical, y que le canta al amor. Les gusta mucho cómo hablas, pero les gusta más el dinero. Te oyen, pero no hacen lo que les dices.


Tus gobernantes siempre están dispuestos a matar y eliminar gente, con tal de hacerse ricos. ¡Parecen lobos que despedazan a su presa!


»Ustedes, jefes de mi pueblo, son como perros hambrientos que nunca se llenan. Son gente que no entiende nada, cada uno va por su camino, siempre detrás de sus ganancias.


Isaías dijo: «Solo vivirá segura la gente que es honesta y siempre dice la verdad, la que no se enriquece a costa de los demás, la que no acepta regalos a cambio de hacer favores, la que no se presta a cometer un crimen, ¡la que ni siquiera se fija en la maldad que otros cometen! Esa gente tendrá como refugio una fortaleza hecha de rocas; siempre tendrá pan, y jamás le faltará agua».


»Los gobernantes son rebeldes y amigos de bandidos. A cambio de dinero y de regalos declaran culpable al inocente. Maltratan al huérfano y niegan ayuda a las viudas.


El rey que hace justicia da seguridad al país; el que solo cobra impuestos lleva el país a la ruina.


A los ricos les sobran amigos; todo el mundo busca su amistad por los regalos que dan.


El que da dinero a otros para que le hagan favores cree tener una varita mágica, para conseguir siempre lo que quiere.


Los malvados dejarán de existir; los que se hacen ricos con engaños verán sus casas destruidas por el fuego».


Pero los hijos de Samuel no eran como su padre, sino que cometían muchas injusticias. Si dos personas peleaban por algo, y los buscaban a ellos para ver quién tenía la razón, ellos siempre ayudaban a quien les daba dinero.


»No acepten dinero de nadie que les pida hacer algo injusto. Esa clase de dinero hace que la gente pierda su honradez, y que los jueces condenen al inocente.


Luego los tres discípulos vieron aparecer a Moisés y al profeta Elías, y ellos conversaban con Jesús.


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