Hechos 21:24 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual24 Llévalos al templo y celebra con ellos la ceremonia de purificación. Paga tú los gastos de ellos para que puedan raparse todo el pelo. Si haces eso, los hermanos sabrán que no es cierto lo que les han contado acerca de ti. Más bien, verán que tú también obedeces la Ley. অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 196024 Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley. অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente24 acompáñalos al templo y participa con ellos en la ceremonia de purificación, y paga tú los gastos para que se rapen la cabeza según el ritual judío. Entonces todos sabrán que los rumores son falsos y que tú mismo cumples las leyes judías. অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)24 y tú los vas a apadrinar. Te purificarás con ellos y pagarás los gastos cuando se hagan cortar el pelo. Así verán todos que es falso lo que han oído decir de ti y que, por el contrario, tú también cumples la Ley. অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion24 Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza,° así todos entenderán que no hay nada de lo que se les informó acerca de ti, sino que tú mismo también sigues° guardando la ley. অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 197524 Tómalos contigo, purifícate con ellos y paga por ellos la ofrenda, para que se corten el pelo, y así conocerán todos que no hay nada de lo que han oído decir de ti, sino que tú también caminas rectamente observando la ley. অধ্যায়টো চাওক |
Pablo se quedó algún tiempo en la ciudad de Corinto. Después se despidió de los miembros de la iglesia y decidió irse a la región de Siria. Priscila y Áquila lo acompañaron. Cuando llegaron a Cencreas, que es el puerto de la ciudad de Corinto, Pablo se rapó todo el pelo porque le había hecho una promesa a Dios. Luego, se subieron en un barco y salieron rumbo a Siria.
Después de cada fiesta, Job llamaba a sus hijos y celebraba una ceremonia para pedirle a Dios que les perdonara cualquier pecado que pudieran haber cometido. Se levantaba muy temprano y le presentaba a Dios una ofrenda por cada uno de sus hijos. Job hacía esto pensando que tal vez sus hijos podrían haber ofendido a Dios o pecado contra él. Para Job, esto era una costumbre de todos los días.