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Hechos 20:19 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

19 Aunque he sufrido mucho por los problemas que me han causado algunos judíos, con toda humildad he cumplido con lo que el Señor Jesús me ha ordenado.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

19 sirviendo al Señor con toda humildad, y con muchas lágrimas, y pruebas que me han venido por las asechanzas de los judíos;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 he hecho el trabajo del Señor con humildad y con muchas lágrimas. He soportado las pruebas que me vinieron como consecuencia de las conspiraciones de los judíos.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 He servido al Señor con toda humildad, entre las lágrimas y las pruebas que me causaron las trampas de los judíos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 sirviendo al Señor con toda humildad y lágrimas, y con pruebas que me sobrevinieron por las maquinaciones de los judíos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 sirviendo al Señor con toda humildad y lágrimas y adversidades, ocasionadas por las insidias de los judíos;

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Hechos 20:19
37 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Porque ya saben que Dios les dará, en recompensa, parte de la herencia que ha prometido a su pueblo. Recuerden que sirven a Cristo, que es su verdadero dueño.


Pero cuando les escribí, estaba yo tan triste y preocupado que hasta lloraba. No quería ponerlos tristes; más bien, quería que se dieran cuenta del gran amor que les tengo.


Trabajen con mucho ánimo, y no sean perezosos. Trabajen para Dios con mucho entusiasmo.


país donde se quedó tres meses. Estaba Pablo a punto de salir en barco hacia la provincia de Siria, cuando supo que algunos judíos planeaban atacarlo. Entonces decidió volver por Macedonia.


Desde que llegamos a la región de Macedonia, no hemos descansado. Al contrario, hemos sufrido mucho. Hemos luchado contra nuestros enemigos y contra nuestro miedo.


Si por causa de su orgullo ustedes no obedecen, lloraré amargamente y en secreto, hasta que ya no pueda más, porque ustedes, pueblo de Dios, serán llevados presos a una nación lejana.


Hermanos en Cristo, ustedes deben sentirse muy felices cuando pasen por toda clase de dificultades.


Hay muchos que viven como si la muerte de Cristo en la cruz no sirviera de nada. Eso ya se lo había dicho a ustedes varias veces, pero ahora vuelvo a repetirlo con lágrimas en los ojos.


Yo no ando buscando que la gente apruebe lo que digo. Ni ando buscando quedar bien con nadie. Si así lo hiciera, ya no sería yo un servidor de Cristo. ¡Para mí, lo importante es que Dios me apruebe!


Pero nosotros no somos capaces de hacer algo por nosotros mismos; es Dios quien nos da la capacidad de hacerlo.


»Por eso, tengan mucho cuidado. Recuerden los consejos que les he dado durante tres años, a pesar de tantos problemas y dificultades.


Yo, Simón Pedro, estoy al servicio de Jesucristo, quien me envió a anunciar su mensaje. Reciban mis saludos. Jesucristo, nuestro Dios y Salvador, ha sido justo y bueno con todos ustedes, pues los hizo confiar en él, como nos hizo confiar a nosotros.


Por eso, aun cuando por algún tiempo tengan que pasar por muchos problemas y dificultades, ¡alégrense!


Porque todos hablan de lo bien que ustedes nos recibieron, y cuentan cómo ustedes dejaron de adorar ídolos para adorar y servir al Dios vivo y verdadero.


Yo sirvo a Dios anunciando las buenas noticias acerca de su Hijo, y lo hago de todo corazón. Dios es testigo de que siempre oro por ustedes,


Queridos hermanos y hermanas de la iglesia en Roma: Yo soy servidor y apóstol de Jesucristo porque Dios me eligió para anunciar las buenas noticias que él tiene para nosotros.


Anoche se me apareció un ángel, enviado por el Dios a quien sirvo y pertenezco.


En cuanto los judíos de Tesalónica supieron que Pablo estaba en Berea anunciando las buenas noticias, fueron y alborotaron a la gente en contra de Pablo.


Si alguno de ustedes quiere servirme, tiene que obedecerme. Donde yo esté, ahí también estarán los que me sirven, y mi Padre los premiará.


Cuando Jesús estuvo cerca de Jerusalén y vio la ciudad, lloró


1 (8.23) »¡Quisiera tener lágrimas suficientes, para llorar día y noche por los muertos de mi pueblo!


Me dan ganas de llorar cuando veo que nadie los cumple.


»Por eso están ahora delante del trono de Dios, y día y noche le sirven en su templo. »Dios estará con ellos, y los protegerá.


Cada vez que me acuerdo de cómo lloraste y te pusiste triste, me dan más ganas de verte. ¡Cómo me alegraría eso!


Pero los demás judíos tuvieron envidia. Buscaron a unos vagos que andaban por allí, y les pidieron que alborotaran al pueblo en contra de Pablo y de Silas. Esos malvados reunieron a muchos más, y fueron a la casa de Jasón para sacar de allí a Pablo y a Silas, a fin de que el pueblo los maltratara.


Cuando estaban por cumplirse los siete días de la promesa, unos judíos de la provincia de Asia vieron a Pablo en el templo. Enseguida alborotaron a la gente


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