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Hebreos 6:10 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

10 Dios es justo, y nunca olvidará lo que ustedes han hecho, y siguen haciendo, para ayudar a su pueblo elegido. De esa manera, ustedes también demuestran que aman a Dios.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Pues Dios no es injusto. No olvidará con cuánto esfuerzo han trabajado para él y cómo han demostrado su amor por él sirviendo a otros creyentes como todavía lo hacen.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Dios no es injusto para olvidar lo que han hecho y cómo han ayudado y todavía ayudan a los santos por amor de su Nombre.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el amor que habéis mostrado° hacia su nombre, habiendo servido y sirviendo a los santos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Porque Dios no es injusto como para olvidarse de vuestra obra y del amor que habéis mostrado por su nombre, cuando ya antes servisteis al pueblo santo y lo seguís sirviendo ahora.

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Hebreos 6:10
48 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

»Les aseguro que Dios no se olvidará de premiar al que dé un vaso de agua fresca a uno de mis seguidores, aunque se trate del menos importante.»


Nunca se olviden de hacer lo bueno, ni de compartir lo que tienen con los que no tienen nada. Esos son los sacrificios que agradan a Dios.


Siempre que nos sea posible, hagamos el bien a todos, pero especialmente a los seguidores de Cristo.


Cornelio sintió miedo, pero miró fijamente al ángel y le respondió: «¿Qué desea mi Señor?» El ángel le dijo: «Dios ha escuchado tus oraciones, y está contento con todo lo que haces para ayudar a los pobres.


Y todo lo que hagan o digan, háganlo como verdaderos seguidores del Señor Jesucristo, y denle gracias a Dios el Padre por lo que Cristo ha hecho por ustedes.


Quien le quita todo al pobre ofende a Dios, su creador; quien obedece a Dios trata bien al pobre.


Mándales que hagan el bien, que se hagan ricos en buenas acciones. Recuérdales que deben dar y compartir lo que tienen.


»Les aseguro que Dios no se olvidará de premiar a quien les dé un vaso de agua solo porque ustedes son míos.


Compartan lo que tengan con los pobres de la iglesia. Reciban en sus hogares a los que vengan de otras ciudades y países.


Los seguidores de Jesús en Antioquía se pusieron de acuerdo para ayudar a los cristianos en la región de Judea, y cada uno dio todo lo que pudo dar.


Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo. Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros.


Prestarle al pobre es como prestarle a Dios. ¡Y Dios siempre paga sus deudas!


y me dijo: “Cornelio, Dios ha escuchado tus oraciones, y ha tomado en cuenta todo lo que has hecho para ayudar a los pobres.


Si alguien recibe al que yo envío, me recibe a mí. Y el que me recibe a mí, recibe también al que me envió.»


Luego oré y le dije a Dios: «Te ruego que te acuerdes de todo lo que he hecho por esta gente».


Sé que Dios es un juez justo y que, cuando juzgue a todos, me dará una corona como premio a mi obediencia. Y no solo a mí me la dará, sino también a todos los que esperan con ansias su regreso.


En realidad, no hace falta que siga escribiéndoles acerca de la ofrenda para ayudar a los cristianos en la región de Judea.


¡Han cavado un pozo para hacerme caer en él! ¡No es justo que así me paguen todo el bien que les he hecho! ¡Recuerda que vine a pedirte que no los castigues! ¡Quítales la vida a sus hijos! ¡Haz que se mueran de hambre, o que los maten en la guerra! ¡Que los hombres mueran asesinados! ¡Que las mujeres se queden viudas y sin hijos que las ayuden! ¡Que los jóvenes mueran en la guerra! ¡Que se oigan sus gritos de angustia cuando envíes contra ellos un ejército poderoso!


Organicé también a los que traían la leña, para que lo hicieran en las fechas indicadas, y organicé la entrega de los primeros frutos. Luego le dije a Dios: «¡Acuérdate de mí, Dios mío, y trátame bien!»


Luego ordené a los ayudantes de los sacerdotes que se purificaran, y fueran a vigilar las entradas para que se respetara el día sábado. Entonces le dije a Dios: «¡Dios mío, tampoco olvides esto que he hecho! Ya que eres tan bueno, ¡ten compasión de mí!»


Él nos protege del mal. Es un Dios justo y fiel, que siempre actúa con justicia.


Pero si reconocemos ante Dios que hemos pecado, podemos estar seguros de que él, que es justo, nos perdonará y nos limpiará de toda maldad.


3 (4) Que Dios se acuerde siempre de todas tus ofrendas, y reciba con gusto los animales que presentas en su honor.


Gracias a lo que Cristo hizo, ya no importa si estamos circuncidados o no. Lo que sí importa es que confiamos en Cristo, y que esa confianza nos hace amar a los demás.


Como Sifrá y Puá honraron a Dios, él las trató bien y les permitió tener muchos hijos. Y como los israelitas seguían haciéndose más numerosos,


Dale de comer al hambriento, y un día serás recompensado.


Pero Dios le dice: «Sécate las lágrimas, Raquel; ya no sigas llorando ni pierdas la esperanza. Tus hijos volverán a su patria; volverán de ese país enemigo, y tu sufrimiento se verá recompensado. Te juro que así será.


Recuerden todas las dificultades y los sufrimientos por los que ustedes pasaron al principio, cuando aceptaron la buena noticia. A pesar de eso, nunca dejaron de confiar.


»Ellos le contestaron: “¡Porque nadie nos ha dado trabajo!” »El dueño les dijo: “Vayan a trabajar a mi terreno.”


El que recibió dos mil monedas ganó otras dos mil.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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