Hebreos 13:20 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual20-21 El Dios de paz resucitó a nuestro Señor Jesús, y por medio de la sangre que Jesús derramó al morir, hizo un pacto eterno con nosotros. Somos el rebaño de Jesús, y él es nuestro gran Pastor. Por eso le pido al Dios de paz que haga que ustedes sean buenos y perfectos en todo, y que Jesucristo los ayude a obedecerlo. ¡Que Jesús reciba la gloria y la honra por siempre! Amén. অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 196020 Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el gran pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente20 Y ahora, que el Dios de paz —quien levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, y que ratificó un pacto eterno con su sangre— অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)20 Que los bendiga el Dios de la paz que rescató de entre los muertos a Jesús, nuestro Señor, Pastor Supremo de las ovejas por haber derramado la sangre de la Alianza eterna;' অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion20 Y el Dios de paz, el cual, en virtud de la sangre del pacto eterno, levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran Pastor de las ovejas, অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 197520 El Dios de la paz, que levantó de entre los muertos a nuestro Señor Jesús, el gran pastor de las ovejas, por la sangre de la alianza eterna, অধ্যায়টো চাওক |
»Haré con ellos un pacto eterno de paz, y llegarán a ser un pueblo numeroso. Y cuando ponga mi templo en medio de ellos, y viva allí para siempre, yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Entonces las naciones reconocerán que yo habré convertido a Israel en un pueblo muy especial. Yo soy el Dios de Israel».
»Así como Dios mi Padre me conoce, yo lo conozco a él; y de igual manera, yo conozco a mis seguidores y ellos me conocen a mí. Yo soy su buen pastor, y ellos son mis ovejas. Así como el buen pastor está dispuesto a morir para salvar a sus ovejas, también yo estoy dispuesto a morir para salvar a mis seguidores.
»Entonces ellos se acordaron de lo que Dios había hecho en los tiempos pasados; se acordaron de cómo Moisés había liberado a su pueblo, y por eso se preguntaban: “¿Dónde está ahora el Dios que sacó del río Nilo a Moisés, el líder de los israelitas?” »También se preguntaban: “¿Dónde está ahora el Dios que puso en Moisés su santo espíritu?
¡Imagínense entonces el terrible castigo que recibirán los que desprecian al Hijo de Dios, y los que dicen que su muerte no sirve para nada! Los que hacen eso insultan al Espíritu de Dios, que los ama, y menosprecian la muerte de Cristo, es decir, el nuevo pacto por medio del cual Dios les perdona sus pecados.
Queridos hermanos y hermanas de las iglesias de la región de Galacia: Yo, Pablo, y los seguidores de Cristo que están conmigo, los saludamos. Le pido a Dios, nuestro Padre, y al Señor Jesucristo, que los amen mucho y les den su paz. Soy un apóstol enviado a anunciar esta buena noticia: ¡Jesucristo ha resucitado! No me envió nadie de este mundo, sino Jesucristo mismo, y Dios el Padre, que lo resucitó.