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Génesis 43:14 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

14 Que el Dios todopoderoso haga que ese hombre les tenga compasión, y deje que Benjamín y su otro hermano regresen con ustedes. En cuanto a mí, si he de perder a todos mis hijos, tendré que aceptarlo.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

14 Y el Dios Omnipotente os dé misericordia delante de aquel varón, y os suelte al otro vuestro hermano, y a este Benjamín. Y si he de ser privado de mis hijos, séalo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Que el Dios Todopoderoso les muestre misericordia cuando estén delante del hombre, para que ponga a Simeón en libertad y permita que Benjamín regrese. Pero si tengo que perder a mis hijos, que así sea.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Que el Dios de las Alturas les haga hallar misericordia ante ese hombre para que les devuelva a su otro hermano, y a Benjamín. En cuanto a mí, si pierdo a mis hijos, es que tenía que perderlos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 Y que ’El-Shadday° os conceda gran misericordia ante aquel hombre, y os suelte a vuestro otro hermano, y a Benjamín. Y si he de quedar privado de hijos, ¡privado de hijos quede!

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Que El Sadday os conceda la benevolencia de aquel hombre para que él os devuelva al otro hermano vuestro y a Benjamín. En cuanto a mí, pues que he de quedar sin mis hijos, sin ellos quedaré'.

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Génesis 43:14
30 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

«Reúne a todos los judíos que se encuentren en Susa, y ayunen por mí, no coman ni beban durante tres días. También mis sirvientas y yo ayunaremos. Después de eso, me presentaré ante el rey, aunque la ley no lo permita. ¡Y si tengo que morir, moriré!»


Cuando Abram tenía noventa y nueve años, Dios se le apareció y le dijo: «Yo soy el Dios todopoderoso. Obedéceme siempre y pórtate con honradez.


Hicimos todo lo posible para evitar que Pablo fuera a Jerusalén, pero él no quiso escucharnos. Así que dijimos: «¡Señor Jesús, enséñanos a hacer lo que nos ordenas!»


Dios, escucha mi oración y las oraciones de tus servidores que desean adorarte. Haz que el rey me reciba bien y que yo tenga éxito». En ese tiempo yo era copero del rey Artajerjes.


Cuando Dios está contento con nuestro comportamiento, hasta con nuestros enemigos nos hace vivir en paz.


Dios mío, muéstrame tu amor y sálvame, tal como lo has prometido.


Él es un Dios bueno; su amor es siempre el mismo, y su fidelidad jamás cambia.


Por eso Abraham llamó a ese lugar «Dios dará lo necesario». De allí viene el dicho que hasta hoy se escucha: «En su montaña Dios da lo necesario».


Les pido a Dios el Padre y a su Hijo Jesucristo que sean buenos con ustedes, que los traten con mucho amor, y que les den su paz. ¡Que hagan que en ustedes abunden la verdad y el amor!


así que lo ayudó en todos sus problemas; le dio sabiduría y lo hizo una persona muy agradable. Por eso el rey de Egipto lo tomó en cuenta, y lo nombró gobernador de todo Egipto y jefe de su palacio.


ȃl nunca deja de amar a todos los que lo adoran.


»¡Cielos, griten de alegría! ¡Tierra, alégrate mucho! ¡Montañas, lancen gritos de felicidad! Porque yo, el único Dios, consuelo a mi pueblo y tengo compasión de los pobres».


En las manos de Dios los planes del rey son como un río: toman el curso que Dios quiere darles.


Estos son los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel.


Al leer la carta, Esdras dijo: «Doy gracias al Dios de nuestros antepasados, que puso en el rey el deseo de devolverle al templo de Dios su belleza.


Entonces su padre les dijo: —¡Ustedes me van a dejar sin hijos! José ya no está con nosotros; Simeón, tampoco; ¡y ahora quieren llevarse también a Benjamín! ¡Todo esto acabará por matarme!


Sin embargo, José se apartó de ellos y se echó a llorar. Luego regresó a donde estaban y ordenó que tomaran preso a Simeón, y que lo encadenaran.


Dios siguió ayudando a José y dándole muestras de su amor, pues hizo que el carcelero lo tratara bien.


Allí también Dios le dijo: «Yo soy el Dios todopoderoso. Quiero que tengas muchos descendientes, pues de ellos saldrán reyes y muchas naciones.


Mi deseo es que el Dios todopoderoso te bendiga y te dé muchos, muchos hijos. Deseo también que te conviertas en una gran nación.


7 (8) Dios mío, danos muestras de tu amor y bríndanos tu ayuda.


Pilato les dijo: —Lo que he escrito así se queda.


e hizo que sus enemigos les tuvieran compasión.


Entonces el mayordomo comenzó a registrar cada saco, comenzando por el del mayor y acabando por el del más joven, ¡y resultó que la copa se encontró en el saco de Benjamín!


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