Biblia Todo Logo
অনলাইন বাইবেল

- বিজ্ঞাপন -





Ezequiel 9:9 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

9 Y Dios me respondió: —La gente de Israel y de Judá ha pecado mucho. Ellos creen que yo los he abandonado, y que por eso no me fijo en lo que hacen. Han manchado todo el país con la sangre de sus crímenes; han llenado toda la ciudad con sus injusticias.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক


অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

9 Y me dijo: La maldad de la casa de Israel y de Judá es grande sobremanera, pues la tierra está llena de sangre, y la ciudad está llena de perversidad; porque han dicho: Ha abandonado Jehová la tierra, y Jehová no ve.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Me contestó: —Los pecados del pueblo de Israel y Judá son muy, pero muy grandes. La tierra está llena de homicidios; la ciudad está colmada de injusticia. Ellos dicen: “¡El Señor no lo ve! ¡El Señor ha abandonado esta tierra!”.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Me respondió: 'El pecado de la casa de Israel y de Judá es tan grande que supera toda medida; el país está repleto de sangre y la ciudad, llena de injusticia. Dicen para sí: Yavé ya no se preocupa del país, Yavé ya no ve nada.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y me dijo: La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es sobremanera grande, pues el país está lleno de asesinatos, y la ciudad atestada de perversidad, pues dijeron: ¡YHVH ha abandonado la tierra! Y: ¡YHVH no lo ve!

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Me dijo: 'La iniquidad de la casa de Israel y de Judá es grande, muy grande; el país está lleno de sangre y la ciudad llena de injusticia, porque dice: 'Yahveh ha abandonado el país, Yahveh no ve nada'.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক




Ezequiel 9:9
34 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Entonces Dios me dijo: «Mira a los jefes de Israel. ¡Allí los tienes, cada uno adorando en secreto a su propio ídolo! Ellos creen que he abandonado el país, y por eso piensan que no los veo.


Vive entre espesas nubes, pero eso no le impide ver y saber lo que haces. Si crees que no puede vernos, recuerda que él recorre el cielo de un extremo al otro.


”Por toda la ciudad hay violencia; por todo el país se mata a la gente. Ezequiel, prepara las cadenas para arrastrar los cadáveres,


Tus vestidos están manchados con la sangre de pobres e inocentes. Y a pesar de que nunca los viste cometer ningún delito,


Isaías dijo: «¡Qué mal les va a ir a los que tratan de esconderse para que Dios no los vea cuando hacen sus planes malvados! ¡Qué mal les va a ir a los que andan diciendo: “Nadie nos ve, nadie se da cuenta”!


y aun se atreven a decir: «El Dios de Israel no se da cuenta de nada».


Esos malvados piensan que a ti no te importa, y que hasta escondes la cara para no ver lo que pasa.


Además de hacer pecar a Judá, Manasés mató a mucha gente inocente. ¡Fueron tantos los que mató que Jerusalén se llenó de sangre desde un extremo al otro!


Así que ustedes se han hecho culpables de la muerte de todos los profetas del mundo,


Entonces Dios me dijo: «¿Ya viste, Ezequiel? Parece que el pueblo de Judá no se conforma con cometer tantos actos repugnantes aquí en el templo. También ha llenado de violencia a todo el país. ¡Todo el tiempo me están haciendo enojar! ¡Y para colmo, me obligan a oler los ramos malolientes con que adoran a su ídolo!


”A ti solo te interesa el dinero y no te importa cómo lo ganes. Con gran violencia robas y matas a gente inocente.


»Todos ellos son pecadores y están llenos de maldad. Se alejaron de mí, que soy el Dios de Israel; ¡me abandonaron por completo!


»Israelitas, Dios es su creador; es como un padre para ustedes. Pero ustedes han sido malos, y lo han ofendido. Han sido tercos y tontos, y no merecen ser sus hijos. ¡Son unos malagradecidos!


Yo sé bien que, después de mi muerte, ustedes dejarán de obedecer a Dios y no seguirán las enseñanzas que les he dado. Por lo mismo, ustedes van a sufrir mucho, pues harán enojar a Dios».


»A pesar de tu maldad, te sentías segura, porque nadie te llamaba la atención. Tu sabiduría y tus conocimientos te hicieron perder la cabeza, mientras te decías a ti misma: “Yo, y nadie más que yo”.


Es tanto tu pecado, que Dios te castigó. El enemigo se llevó prisioneros a todos tus habitantes. Ahora el enemigo te domina y vive feliz y contento.


Nadie obedece tus mandamientos, nadie es justo con nadie. Los malvados maltratan a los buenos, y por todas partes hay injusticia.


»Cuando llegue ese día, tomaré una lámpara y buscaré en la ciudad de Jerusalén a los que viven tranquilos; cuando los encuentre, los castigaré. Se parecen al vino que se pone a reposar, y hasta se atreven a decir: “¡Dios no hace nada bueno, pero tampoco hace nada malo!”


আমাক অনুসৰণ কৰক:

বিজ্ঞাপন


বিজ্ঞাপন