Ezequiel 41:16 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual16 estaban recubiertos de madera, lo mismo que las entradas, las ventanas con sus rejas, y los tres pisos de cuartos que rodeaban el templo de arriba abajo. অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 196016 Los umbrales y las ventanas estrechas y las cámaras alrededor de los tres pisos estaba todo cubierto de madera desde el suelo hasta las ventanas; y las ventanas también cubiertas. অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente16 tenían un revestimiento de madera, al igual que los marcos de las ventanas empotradas. Los muros interiores del templo estaban revestidos con madera por encima y por debajo de las ventanas. অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)16 las ventanas con rejillas y las entradas con sus tres piezas estaban todas revestidas de madera preciosa, desde el suelo hasta las ventanas. অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion16 Y los umbrales, las ventanas estrechas y los aposentos en derredor, en sus tres niveles, estaban revestidos de madera desde el suelo hasta las ventanas (las ventanas estaban cubiertas) অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 197516 los tres pisos y los umbrales estaban recubiertos de madera desde el suelo hasta las ventanas -las ventanas estaban protegidas por enrejados-, অধ্যায়টো চাওক |
Cubrió las paredes de adentro con tablas de madera de cedro talladas con flores, frutos, palmeras y querubines, y luego las recubrió de oro puro. No se veía ninguna piedra. También en las paredes de afuera se tallaron las mismas figuras. El piso lo cubrió con madera de pino y después con oro, tanto el piso de los salones interiores como el de los de afuera. Salomón preparó el Lugar Santísimo en la parte de atrás del edificio, para colocar allí el cofre del pacto de Dios. El Lugar Santísimo era una sala que medía nueve metros de alto por nueve de ancho. También le puso tablas de cedro, y luego las recubrió de oro puro. Hizo cadenas de oro para proteger la entrada de este lugar, y puso allí un altar de madera de cedro recubierto de oro. También hizo, con madera de olivo, dos querubines, los recubrió de oro y los puso en el Lugar Santísimo. Cada uno de los querubines era de cuatro metros y medio de altura. Sus alas estaban extendidas. El ala de uno de los querubines tocaba una pared, y el ala del otro, la otra pared. Cada ala medía dos metros y veinticinco centímetros, así que juntas las dos medían cuatro metros y medio. El Lugar Santísimo tenía dos puertas de entrada hechas de madera de olivo y talladas con figuras de querubines, palmeras y flores. Recubrieron todas estas figuras con oro. La parte superior de las puertas formaba un triángulo. El Lugar Santo estaba frente al Lugar Santísimo, y medía dieciocho metros de largo.
Las vigas, las entradas, las paredes y las puertas de la parte interior del edificio principal estaban cubiertas con tablas de pino que, a su vez, estaban recubiertas de oro finísimo. Sobre el oro grabaron palmeras y cadenas, y colocaron adornos con piedras preciosas. Sobre las paredes estaban grabadas figuras de querubines.
Luego se fue a la entrada del lado este, que atraviesa la muralla; subió los siete escalones y entró en un largo pasillo. En ambos lados de ese pasillo había tres cuartos de vigilancia; cada uno medía tres metros de ancho por tres metros de largo. Entre un cuarto y otro había dos metros y medio de distancia. Los cuartos eran todos iguales, y cada uno tenía una baranda de medio metro de ancho por medio metro de alto. También midió la distancia que había desde la pared del fondo de cada cuarto hasta la pared del fondo del cuarto de enfrente, y fue de doce metros y medio. Todos los cuartos tenían ventanas con rejas por dentro. Aquel hombre midió la distancia que había entre la entrada del pasillo y la entrada del primer cuarto de vigilancia, y fue de tres metros, que es el espesor de la muralla. Al final del pasillo vi un salón que miraba hacia el patio interno del templo. La distancia desde la entrada de este salón a la entrada del último cuarto de vigilancia también era de tres metros.
Las paredes del templo estaban decoradas con figuras de querubines y palmeras. Las figuras estaban una junto a la otra, y podían verse por dentro y por fuera, de arriba abajo, y desde la entrada hasta el Lugar Santísimo. Cada querubín tenía dos rostros, un rostro de hombre y un rostro de león. Cada rostro miraba a la palmera que tenía a su lado. Estaban colocados en ese orden, alrededor de todo el templo.