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Ezequiel 14:3 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

3 «Dime, Ezequiel, ¿cómo voy a darles un mensaje a estos hombres, si no piensan más que en hacer lo malo y en adorar a esos ídolos malolientes?

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

3 Hijo de hombre, estos hombres han puesto sus ídolos en su corazón, y han establecido el tropiezo de su maldad delante de su rostro. ¿Acaso he de ser yo en modo alguno consultado por ellos?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 «Hijo de hombre, estos líderes han levantado ídolos en su corazón. Se han entregado a cosas que los harán caer en pecado. ¿Por qué habría de escuchar sus peticiones?

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Hijo de hombre, esos hombres tienen a sus ídolos arraigados en su corazón; están apegados a lo que los hace pecar. ¿Permitiré que me consulten?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Hijo de hombre, estos hombres han erigido sus ídolos en su corazón, y ponen el tropiezo de su iniquidad delante de sí mismos. ¿Permitiré en manera alguna ser consultado por ellos?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 'Hijo de hombre, estos hombres han erigido sus ídolos en su propio corazón y han puesto delante de sí mismos la ocasión de su pecado. ¿Permitiré que me consulten?

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Ezequiel 14:3
37 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Mi respuesta a todos los israelitas, y a los extranjeros que viven en Israel, es la siguiente: Ustedes les preguntan a los profetas por mis mensajes, pero se han alejado de mí para adorar a esos ídolos malolientes, y no piensan más que en hacer lo malo. Por eso, quiero que sepan


Tirarán a la calle su oro y su plata, como si fueran basura. Ese día descargaré mi ira, y nada podrá salvarlos, ni siquiera su oro y su plata, pues fueron la causa de sus pecados. Todas esas riquezas no podrán quitarles el hambre ni llenarles el estómago.


Pero ellos, en vez de obedecer mis mandamientos, los rechazaron; en vez de adorarme el día sábado, siguieron adorando a sus ídolos malolientes.


«Ezequiel, hombre mortal, habla con los jefes de Israel y dales de mi parte el siguiente mensaje: “Ustedes vienen a consultarme, para que les diga lo que deben hacer. Pero les juro que no les diré nada. Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra”. »Lo mejor será que tú te encargues de juzgarlos y les hagas ver lo mal que se portaron sus antepasados.


”Ustedes oran mucho, y al orar levantan las manos, pero yo no los veo ni los escucho. ¡Han matado a tanta gente que las manos que levantan están manchadas de sangre!


Más bien, ve a decirles de mi parte lo siguiente: “El Dios de Israel dice que ustedes no piensan más que en hacer lo malo y en adorar a esos ídolos malolientes, ¡y también van a ver al profeta para consultarme por medio de él! Pero como respuesta recibirán el castigo que se merecen, por adorar a tantos ídolos.


Ustedes siguen presentando a sus hijos como ofrendas quemadas en honor de sus ídolos malolientes. ¿Y todavía esperan que yo les dé mensajes cuando vienen a consultarme? Pues les juro que no les daré ninguna respuesta. Yo soy el Dios de Israel.


Dios rechaza las oraciones de los que no lo obedecen.


’Sin embargo, hay algo que no me gusta de ti, y es que no has rechazado a los que siguen el mal ejemplo de Balaam. Él le aconsejó a Balac que hiciera pecar a los israelitas, y además los animó a adorar dioses falsos y a comer de lo que se les había ofrecido.


Y también: «Esta es la piedra por la que muchos caerán; muchos tropezarán en esta roca.» ¡Eso es lo que se merecen! ¡Tropezarán por no aceptar el mensaje de Jesucristo!


Ustedes adoraron ídolos malolientes, pero yo me olvidaré de sus maldades; las limpiaré como quien limpia un trapo sucio.


Pero a los que sigan adorando a esos ídolos odiosos, y no se aparten de sus repugnantes maldades, yo les pediré cuentas de su conducta. Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra.


»Por eso, les advierto que voy a mandarles una desgracia de la que nadie podrá escapar. Aunque me rueguen de rodillas que no los castigue, no los escucharé.


Dios se aparta de los malvados, pero escucha la oración de los buenos.


Bien saben ustedes que nadie que tenga relaciones sexuales prohibidas o indecentes, o que nunca esté satisfecho con lo mucho que tiene, tendrá parte en el reino de Cristo y de Dios. Eso es tan malo como adorar a un ídolo.


Jesús les dijo: —Pues yo tampoco les diré quién me da autoridad para hacer todo esto.


“Como ustedes no me hicieron caso cuando yo los llamé, tampoco yo les haré caso cuando me llamen. Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así lo haré”.


»Puede ser que una persona buena deje de hacer el bien y haga lo malo. Si yo la pongo en peligro de muerte, y tú no se lo adviertes, morirá por causa de su pecado, y no tomaré en cuenta lo bueno que haya hecho antes. Pero el culpable de su muerte serás tú.


”Ustedes se creen buenos, pero son malos y mentirosos; ¡no tienen remedio!


Isaías dijo: «Solo vivirá segura la gente que es honesta y siempre dice la verdad, la que no se enriquece a costa de los demás, la que no acepta regalos a cambio de hacer favores, la que no se presta a cometer un crimen, ¡la que ni siquiera se fija en la maldad que otros cometen! Esa gente tendrá como refugio una fortaleza hecha de rocas; siempre tendrá pan, y jamás le faltará agua».


Dios no soporta a los malvados que le traen ofrendas, y no son sinceros.


A Dios no le agradan las ofrendas de los malvados, pero recibe con agrado las oraciones de la gente buena.


No quiero poner los ojos en la maldad que me rodea. No quiero nada con los desobedientes. ¡Odio todo lo que hacen!


Si mis intenciones fueran malas, Dios no me habría escuchado;


pero este le dijo al rey de Israel: —¡Yo no tengo nada que ver contigo! ¡Pregúntale a esos profetas, a quienes tu padre y tu madre siempre consultan! El rey de Israel le respondió: —No lo haré. Quien nos desvió hasta aquí fue Dios, para que el rey de Moab nos destruya.


»Ezequiel, los israelitas también hablan de ti. Hasta en las murallas de la ciudad, y en las puertas de sus casas, se les oye decir: “Vengan, vamos a oír el mensaje que Dios nos ha enviado por medio de Ezequiel”.


De día y de noche pecan, y hacen pecar a los profetas; ¡por eso destruiré a su descendencia!


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