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Ezequiel 12:2 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

2-6 «Tú, Ezequiel, vives entre gente tan rebelde, que hasta cierra los ojos y se tapa los oídos para no verte ni oírte. Por eso quiero que salgas de tu casa a plena luz del día, cuando todos puedan verte, y finjas caminar como si te llevaran preso a otro país. No lleves contigo más de lo que puedas cargar; llévate solamente lo que se llevaría un prisionero. Esta gente es muy rebelde, pero espero que entienda el mensaje. »Por la tarde, haz un hueco en la muralla y pasa por ahí con tu equipaje, como para iniciar tu viaje al país donde quedarás prisionero. Y por la noche, échate al hombro lo que lleves en la mano y ponte en marcha. Tápate la cara para no ver el país. De este modo le darás una lección al pueblo de Israel».

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

2 Hijo de hombre, tú habitas en medio de casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven, tienen oídos para oír y no oyen, porque son casa rebelde.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

2 «Hijo de hombre, tú vives entre rebeldes que tienen ojos pero se niegan a ver; tienen oídos pero se niegan a oír, porque son un pueblo rebelde.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

2 Hijo de hombre, tú vives en medio de rebeldes, que tienen ojos para ver pero no ven, oídos para oír y no oyen. Realmente son una banda de rebeldes.

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La Biblia Textual 3a Edicion

2 Hijo de hombre, tú habitas en medio de una casa rebelde, los cuales tienen ojos para ver y no ven; y tienen oídos para oír y no oyen, porque son casa rebelde.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 'Hijo de hombre, estás viviendo entre gente rebelde, que tienen ojos para ver y no ven, oídos para oír y no oyen, pues son gente rebelde.

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Ezequiel 12:2
46 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Así, aunque miren, no verán, y aunque oigan, no entenderán, a menos que se arrepientan de sus pecados y pidan perdón a Dios.»


Escucha, pueblo tonto y estúpido, que tiene ojos pero no quiere ver, que tiene oídos pero no quiere oír.


Muchas veces, en el desierto, se rebelaron contra Dios y lo hicieron ponerse triste.


Son gente ignorante y terca, que no entiende nada, y por eso no disfruta de la vida que Dios da.


»Los gobernantes son rebeldes y amigos de bandidos. A cambio de dinero y de regalos declaran culpable al inocente. Maltratan al huérfano y niegan ayuda a las viudas.


Ellos nunca entendieron esto. Por eso hasta el día de hoy, cuando leen los libros de Moisés, no lo entienden. Es como si su entendimiento estuviera cubierto con un velo. Solo Cristo puede ayudarlos a entender.


«Dios los ha hecho tercos, y no los deja entender, para que no se arrepientan ni crean en él, ni se salven.»


Pero este pueblo es muy rebelde; me abandonó y se fue por mal camino.


Siempre he estado dispuesto a recibir a ese pueblo rebelde, que va por malos caminos y sigue sus propios caprichos.


Isaías dijo: «Los israelitas son un pueblo que no quiere obedecer las enseñanzas de Dios. Son infieles y rebeldes.


Dios dijo: «¡Qué mal les va a ir a ustedes, israelitas rebeldes! Hacen planes sin tomarme en cuenta, y pecan una y otra vez.


Jesús les respondió: —A ustedes les he explicado los secretos acerca del reino de Dios. Pero a los demás solo les enseño por medio de ejemplos. Así, aunque miren, no verán, y aunque oigan, no entenderán.


«Tú, Ezequiel, llevarás de mi parte un mensaje a los israelitas. Son un pueblo muy desobediente, se parecen a las naciones que no confían en mí. Tanto sus antepasados como ellos y sus hijos son muy rebeldes, necios e incorregibles. Hasta el día de hoy son así. »Voy a enviarte a ellos, para que les digas lo que yo quiero que hagan.


Al pueblo de Israel le dirás de mi parte: “Ustedes son muy rebeldes, y yo estoy cansado ya de sus acciones repugnantes.


«Pregúntale a esta gente rebelde si sabe lo que significa la comparación. Si no lo sabe, explícale que, cuando el rey de Babilonia vino a Jerusalén, hizo prisioneros al rey de Judá y a sus principales jefes, y se los llevó a su país. Sin embargo, hizo un trato con uno de ellos, que era de la familia del rey, y lo hizo jurar que no lo traicionaría. Mediante ese trato, el rey de Babilonia esperaba que los de Judá no se rebelaran, sino que cumplieran fielmente el pacto.


Te haré más duro que los diamantes y las piedras. Así que no te espantes ni les tengas miedo, por más rebeldes que sean».


pues los conozco muy bien. Yo sé que ustedes son tercos y rebeldes. Si ahora que estoy con ustedes desobedecen a Dios, ¿qué no harán cuando ya me haya muerto?


4 (3) Hasta ahora Dios no ha permitido que ustedes entiendan por qué hizo todo eso.


»Nunca se olviden de esto: Desde el día en que ustedes salieron de Egipto, y hasta el día de hoy, siempre han desobedecido a Dios. Cuando estaban en el desierto, y también en el monte Horeb, hicieron enojar a Dios, y él pensó en destruirlos.


y las rodearán por completo, porque ellas se rebelaron contra mí. Les juro que así será.


Entonces exclamé: «¡Ahora sí voy a morir! Porque yo, que soy un hombre pecador y vivo en medio de un pueblo pecador, he visto al rey del universo, al Dios todopoderoso».


Dios dijo: «Mi pueblo tiene ojos, pero no ve; tiene oídos, pero no escucha. Pero ustedes, pueblos y naciones, júntense y díganme quién de ustedes ha anunciado lo que antes sucedió. Presenten a sus testigos y demuestren que dicen la verdad».


Ustedes son un pueblo rebelde, pero vivirán para ver que cumplo lo que digo. Yo soy el Dios de Israel, y no tardaré en cumplir mi palabra.


Pero ellos no hicieron caso ni confiaron en Dios, sino que fueron tercos, como sus antepasados.


No obedecieron los mandamientos ni el pacto que Dios había hecho con el pueblo de Israel. Adoraron ídolos que no valían nada, y por eso ellos mismos llegaron a ser un pueblo que no valía nada. Imitaron a las naciones vecinas, aunque Dios les había prohibido hacerlo.


»Esa gente no entiende nada. Están tan confundidos y cegados que no pueden comprender nada.


y a pesar de todo eso, ellos no me obedecen ni me prestan atención, sino que son peores que sus antepasados.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

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