Éxodo 24:18 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual18 Moisés entró en la nube, y permaneció en la montaña cuarenta días y cuarenta noches. অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 196018 Y entró Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches. অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente18 Entonces Moisés fue desapareciendo en la nube a medida que subía al monte, y permaneció en el monte cuarenta días y cuarenta noches. অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)18 Moisés entró en la nube mientras subía al monte. Moisés permaneció en el monte cuarenta días y cuarenta noches. অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion18 Y Moisés entró en medio de la nube y subió al monte. Y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.° অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 197518 Penetró Moisés en el interior de la nube y subió al monte. Moisés estuvo en el monte cuarenta días y cuarenta noches. অধ্যায়টো চাওক |
Después tomé el ídolo que habían hecho, lo quemé y eché las cenizas al arroyo que bajaba del monte. »El pecado de ustedes me causó mucho dolor y tristeza, pues hizo enojar a Dios. Por eso me arrodillé delante de él, y durante cuarenta días y cuarenta noches no comí ni bebí nada. Dios estaba tan enojado con ustedes y con Aarón, que estaba decidido a destruirlos. »Yo sentí tanto miedo que oré a Dios y le dije: “Dios mío, no destruyas al pueblo que sacaste de Egipto con tu gran poder. Es tu pueblo. Recuerda que Abraham, Isaac y Jacob siempre te fueron fieles y te obedecieron en todo. Olvídate de que este pueblo es terco; olvídate de su pecado y de su maldad. Si lo destruyes, los otros pueblos van a pensar que no pudiste llevarlo hasta la tierra que le prometiste. También van a pensar que tú no lo quieres, y que lo sacaste al desierto para destruirlo por completo. Esta gente es tu pueblo; es el pueblo que con tu gran poder sacaste de Egipto”. »Una vez más, Dios escuchó mi oración y los perdonó. Pero no fue esa la única ocasión en que ustedes lo hicieron enojar. También lo hicieron enojar en Taberá, en Masá y en Quibrot-hataavá. Además, cuando ustedes estaban en Cadés-barnea, Dios les ordenó que fueran a conquistar la tierra prometida, pero ustedes no creyeron en su promesa ni lo obedecieron. ¡Desde el día en que los conocí, ustedes han sido siempre tercos y desobedientes!»
Entonces Dios le dijo: —Sal afuera de la cueva y párate delante de mí, en la montaña. En ese momento Dios pasó por ahí, y de inmediato sopló un viento fuerte que estremeció la montaña, y las piedras se hicieron pedazos. Pero Dios no estaba en el viento. Después del viento hubo un terremoto. Pero Dios tampoco estaba en el terremoto.