Éxodo 23:12 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual
12 »Durante seis días podrán trabajar y hacer todo lo que quieran, pero el séptimo día deberán descansar. Así podrán descansar sus esclavos y sus bueyes y sus burros, y también los extranjeros que trabajen para ustedes.
12 »Tienes seis días en la semana para hacer tu trabajo habitual, pero el séptimo día dejarás de trabajar. Así tu buey y tu burro podrán descansar, y también recobrarán sus fuerzas tus esclavos y los extranjeros que vivan en medio de ti.
12 Seis días harás tu trabajo, y en el séptimo día cesarás,° para que descanse tu buey y tu asno, y cobre aliento el hijo de tu sierva y el extranjero.
12 Seis días trabajarás y descansarás el día séptimo para que reposen también tu buey y tu asno y para que tomen respiro el hijo de tu esclava y el forastero.
El jefe de la sinagoga se enojó mucho con Jesús, por lo que Jesús había hecho en un día de descanso obligatorio. Por eso, le dijo a la gente que estaba reunida: «La semana tiene seis días para trabajar, y uno para descansar. Ustedes deben venir para ser sanados en uno de esos seis días, pero no en sábado.»
Sin embargo, andan diciendo: “¿Para qué ayunar, si Dios no nos ve? ¿Para qué sacrificarnos, si a él no le importa?” »En el día de ayuno ustedes hacen negocios y maltratan a sus trabajadores.
pero él les respondió: «Dios ha ordenado que el día de mañana sea un día de descanso, un día para adorarlo. Mañana no se debe trabajar. Por eso Dios les ha dado hoy doble cantidad de comida. Si pensaban hornear o hervir algo mañana, háganlo hoy, y guarden para mañana todo lo que les sobre».
pero el séptimo año deberán dejarla descansar. Si la tierra produce algo por sí sola, eso lo dejarán para alimento de la gente pobre, y para que los animales salvajes coman lo que sobre. Lo mismo harán con sus plantaciones de uvas y de olivos.
«Ustedes podrán trabajar seis días de la semana, pero el séptimo día será para ustedes muy especial. Ese día ustedes deberán descansar para honrar a Dios. Quien no obedezca este mandamiento será condenado a muerte.
Además, algunos de Tiro que vivían en la ciudad, llevaban pescado y toda clase de productos a Jerusalén, para vendérselos a la gente de Judá los días sábados.