Biblia Todo Logo
অনলাইন বাইবেল

- বিজ্ঞাপন -





Deuteronomio 14:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

1 »Cuando estén de luto por la muerte de alguna persona, no se hagan heridas en el cuerpo ni se afeiten la cabeza. Ustedes son hijos de Dios;

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক


অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

1 Hijos sois de Jehová vuestro Dios; no os sajaréis, ni os raparéis a causa de muerto.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 »Israel, dado que eres el pueblo del Señor tu Dios, nunca te hagas cortaduras en el cuerpo ni te afeites el cabello que está encima de la frente en señal de duelo por un muerto.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Yavé, Dios de ustedes, los tiene por sus hijos. No se hagan incisiones ni se corten el pelo en la frente por un difunto.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Hijos sois de YHVH vuestro Dios. No os sajaréis ni os rasuraréis entre los ojos° por causa de un muerto,°

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Hijos sois para Yahveh, vuestro Dios. No os hagáis incisiones ni os tonsuréis entre los ojos por un muerto;

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক




Deuteronomio 14:1
29 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Ustedes han confiado en Jesucristo, y por eso todos ustedes son hijos de Dios.


Esto significa que nadie es hijo de Dios solo por pertenecer a cierta familia o raza. Al contrario, la verdadera familia de Abraham la forman todos los descendientes de Isaac. Porque Isaac fue quien nació para cumplir la promesa que Dios le hizo a Abraham: «Dentro de un año volveré, y para entonces Sara ya tendrá un hijo.»


»No deberán afeitarse la cabeza, ni recortarse la barba, ni herir su cuerpo como hace la gente cuando está de luto.


»Y allí donde les dije: “Ustedes no son mi pueblo”, les diré: “Ustedes son mi pueblo, porque yo soy el Dios de la vida.”»


Dios hizo todas las cosas para él mismo, y quiere que su gloria la compartan todos los que lo aman y obedecen. Para eso, Dios tenía que hacer perfecto a Jesucristo y dejarlo morir, pues Jesucristo es el Salvador de ellos.


El Espíritu de Dios se une a nuestro espíritu, y nos asegura que somos hijos de Dios.


Pero aquellos que la aceptaron y creyeron en ella, llegaron a ser hijos de Dios.


10 (2.1) Pero un día los del reino de Israel volverán a ser como la arena del mar, que no se puede contar. »Cuando llegue ese día, ya no volveré a decirles: “Ustedes no son mi pueblo”; al contrario, les diré: “Ustedes son mi pueblo, porque yo soy el Dios de la vida”.


Entonces llegaron ochenta hombres de Siquem, Siló y Samaria. Iban al templo para presentar ofrendas y quemar incienso en honor de Dios. Iban sin barba, con la ropa rota y con el cuerpo lleno de heridas que ellos mismos se habían hecho.


En este país todos morirán, sean ricos o pobres, y nadie llorará por ellos ni los sepultará, ni guardará luto.


Podemos saber quién es hijo de Dios, y quién es hijo del diablo: los hijos del diablo son los que no quieren hacer lo bueno ni se aman unos a otros.


»Yo seré para ustedes como un padre, y ustedes serán para mí como mis hijos y mis hijas. »Esto lo afirmo yo, el Dios todopoderoso.»


En realidad, Jesús no iba a morir para salvar solo a los judíos, sino también para reunir a todos los hijos de Dios que hay en el mundo.


»Pueblo de Israel, yo quise tratarte como a un hijo. Pensé en regalarte la mejor tierra, ¡el país más hermoso del mundo! Creí que me llamarías “Padre”, y que siempre estarías a mi lado.


Los hijos de Dios tuvieron hijos con las mujeres de este mundo, que fueron los gigantes de los tiempos antiguos. Estos llegaron a ser guerreros muy fuertes y famosos.


Cuando los hijos de Dios vieron que las mujeres de este mundo eran muy bonitas, eligieron a las más hermosas y se casaron con ellas.


Y sabemos que amamos a Dios y obedecemos sus mandamientos, cuando también amamos a los hijos de Dios.


Hermanos míos, queremos que sepan lo que en verdad pasa con los que mueren, para que no se pongan tristes, como los que no tienen esperanza.


Los que viven en la ciudad de Gaza se raparán avergonzados la cabeza; los que viven en la ciudad de Ascalón se quedarán mudos de miedo. Y ustedes que aún viven en las llanuras, no dejarán de herirse el cuerpo


Ellos son el pueblo que Dios ha elegido. A ellos Dios les dio el derecho de ser sus hijos. Dios ha estado con ellos, y les ha mostrado su gran poder. Hizo pactos con ellos, y les dio su ley. Les enseñó a adorarlo de verdad, y también les hizo promesas.


Los profetas de Baal gritaban fuerte. Se cortaban a sí mismos con cuchillos hasta que les salía sangre, pues así acostumbraban hacerlo en sus cultos.


»¡Tú eres nuestro padre! Aunque Abraham no nos reconozca, ni Jacob se acuerde de nosotros, tú eres nuestro Dios y nuestro padre; ¡siempre has sido nuestro salvador!


Vendrán arrepentidos, con lágrimas en los ojos, y yo los llevaré por un camino seguro. Israel, yo soy tu padre, y tú eres mi hijo mayor».


আমাক অনুসৰণ কৰক:

বিজ্ঞাপন


বিজ্ঞাপন