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Deuteronomio 1:7 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

7 así que levanten el campamento y vayan hacia las montañas, que es donde viven los amorreos, y hacia las regiones de alrededor. Vayan al Arabá, a las montañas, a los valles y al desierto del sur, la costa, el territorio cananeo y el Líbano, hasta llegar al gran río Éufrates.

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অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

7 Volveos e id al monte del amorreo y a todas sus comarcas, en el Arabá, en el monte, en los valles, en el Neguev, y junto a la costa del mar, a la tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran río, el río Éufrates.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Es hora de levantar el campamento y seguir adelante. Vayan al territorio montañoso de los amorreos y a todas las regiones vecinas: el valle del Jordán, la zona montañosa, las colinas occidentales, el Neguev y la llanura costera. Vayan a la tierra de los cananeos y al Líbano, y avancen hasta el gran río Éufrates.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 En marcha, partan. Ustedes entrarán en el territorio de los amorreos y en los territorios vecinos: la Arabá, la Montaña, la Tierra Baja, el Negueb y la costa del mar, es decir todo el país de Canaán y el Líbano, hasta el gran río Eufrates.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Volveos y alzad el campamento, y marchad a la serranía del amorreo, y a todos los lugares circunvecinos en el Arabá y en la serranía, en el llano, en el Neguev y en la rivera del mar, tierra del cananeo, y al Líbano, hasta el gran Río, el río Éufrates.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Poneos en marcha, levantad el campamento y entrad en la montaña de los amorreos y en todas sus cercanías, en la Arabá, en la Montaña, en la Sefelá, en el Negueb, en el litoral, en tierra de cananeos, y en el Líbano, hasta el río grande, el Éufrates.

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Deuteronomio 1:7
19 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Así fue como Josué conquistó toda esa región. Peleó en las montañas, en los cerros del este y del oeste, y en el desierto del sur. Josué llevó a su ejército desde Cadés-barnea, en el sur, hasta Gaza, cerca de la costa. Recorrieron toda la región de Gosen, hasta Gabaón en el norte. Derrotaron a todos los reyes de la región, y mataron a toda su gente porque así lo había ordenado el Dios de Israel. No se salvó ninguno.


»Pueblo de Israel, yo los saqué de Egipto, y durante cuarenta años los guie a través del desierto; destruí por completo a los amorreos y les di a ustedes su país, aunque ellos eran un pueblo de mucha fuerza y gran estatura.


Cuando Hadad-ézer, rey de Sobá, iba hacia Hamat para extender su dominio en la región del río Éufrates, David lo derrotó.


Hadad-ézer estaba por recuperar el control sobre la región del río Éufrates, pero David lo derrotó. Este Hadad-ézer era hijo de Rehob, y rey de Sobá.


Si no quieren serle obedientes, decidan hoy a quién van a dedicar su vida. Tendrán que elegir entre los dioses a quienes sus antepasados adoraron en Mesopotamia, y los dioses de los amorreos en cuyo territorio ustedes viven ahora. Pero mi familia y yo hemos decidido dedicar nuestra vida a nuestro Dios.


Les daré todo el territorio que va desde el desierto del sur hasta las montañas del Líbano en el norte, y desde el gran río Éufrates en el este hasta el mar Mediterráneo en el oeste, incluyendo el territorio de los hititas.


Pero en el territorio que van a ocupar la lluvia riega los campos, los montes y los valles.


»El territorio que les voy a dar se extenderá desde el Mar de los Juncos hasta el mar Mediterráneo, y desde el desierto hasta el río Éufrates. Ustedes dominarán a todos los que viven allí, y los sacarán de ese territorio.


La voz le dijo al sexto ángel que había tocado la trompeta: «Suelta a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates».


Luego Abram se fue de allí, avanzando poco a poco, en dirección al desierto del sur.


»Luego de eso nuestro Dios nos ordenó partir del monte Horeb y trasladarnos a los montes donde vivían los amorreos. Con mucho miedo, atravesamos el gran desierto y llegamos a Cadés-barnea.


Ese día, tal como Dios les había ordenado por medio de Moisés, los israelitas se levantaron y siguieron la nube desde el desierto de Sinaí hasta el desierto de Parán.


Los reyes de los pueblos de Canaán se enteraron de que los israelitas habían derrotado a sus enemigos.


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