Deuteronomio 1:31 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual31 Él nos ha traído hasta aquí, como si nos llevara en brazos, y hasta ahora nada nos ha pasado. Ha sido un padre para nosotros”. অধ্যায়টো চাওকঅধিক সংস্কৰণBiblia Reina Valera 196031 Y en el desierto has visto que Jehová tu Dios te ha traído, como trae el hombre a su hijo, por todo el camino que habéis andado, hasta llegar a este lugar. অধ্যায়টো চাওকBiblia Nueva Traducción Viviente31 También vieron cómo el Señor su Dios los cuidó todo el tiempo que anduvieron por el desierto, igual que un padre cuida de sus hijos; y ahora los trajo hasta este lugar”. অধ্যায়টো চাওকBiblia Católica (Latinoamericana)31 y en el desierto. Han visto cómo los llevó durante todo el camino, como un padre lleva a su hijo, hasta que llegamos a este lugar. অধ্যায়টো চাওকLa Biblia Textual 3a Edicion31 y también en el desierto,° donde habéis visto cómo YHVH tu Dios te llevó° como un hombre lleva a su propio hijo, en todo el camino que anduvisteis hasta vuestra llegada a este lugar. অধ্যায়টো চাওকBiblia Serafín de Ausejo 197531 Y has visto cómo en el desierto Yahveh, tu Dios, te ha llevado como un hombre lleva a su hijo, a lo largo de todo el camino que habéis recorrido hasta llegar a este lugar'. অধ্যায়টো চাওক |
En el pasado, tomé de la mano a sus antepasados y los saqué de Egipto, y luego hice un pacto con ellos. Pero no lo cumplieron, a pesar de que yo era su Dios. Por eso, mi nuevo pacto con el pueblo de Israel será este: »Haré que mis enseñanzas las aprendan de memoria, y que sean la guía de su vida. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Les juro que así será.
Sacerdotes, nuestro poderoso Dios me manda a decirles a ustedes: «Los hijos respetan a sus padres, y los esclavos respetan a sus amos. ¡Pues yo soy su Padre y su Amo, y sin embargo ustedes los sacerdotes no me respetan! ¡Me tratan como si no valiera nada!» Ustedes los sacerdotes se defienden, y preguntan: «¿Por qué nos acusa Dios? ¿Cuándo le hemos faltado al respeto? ¿Cuándo lo hemos ofendido?» Pero el Dios todopoderoso les responde: «Me ofenden cuando desprecian mi altar, cuando me presentan como ofrenda animales impuros, que no valen nada porque están ciegos, cojos y enfermos. ¿No creen que eso está mal? Si esos mismos animales se los ofrecieran a su gobernador, ¡se ofendería y no los aceptaría!