Biblia Todo Logo
অনলাইন বাইবেল

- বিজ্ঞাপন -





Colosenses 3:1 - Biblia Traducción en Lenguaje Actual

1-2 Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este mundo.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক


অধিক সংস্কৰণ

Biblia Reina Valera 1960

1 Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Ya que han sido resucitados a una vida nueva con Cristo, pongan la mira en las verdades del cielo, donde Cristo está sentado en el lugar de honor, a la derecha de Dios.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Si han sido resucitados con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

La Biblia Textual 3a Edicion

1 Si pues fuisteis resucitados juntamente con el Mesías, buscad las cosas de arriba, donde está el Mesías sentado a la diestra de Dios.°

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক

Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Si, pues, habéis sido resucitados juntamente con Cristo, buscad lo de arriba, donde está Cristo, sentado a la derecha de Dios.

অধ্যায়টো চাওক কপি কৰক




Colosenses 3:1
39 পৰস্পৰ সংযোগসমূহ  

Si vivimos pensando en todo lo malo que nuestros cuerpos desean, entonces quedaremos separados de Dios. Pero si pensamos solo en lo que desea el Espíritu Santo, entonces tendremos vida eterna y paz.


»Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.


Porque nosotros no nos preocupamos por lo que nos pasa en esta vida, que pronto acabará. Al contrario, nos preocupamos por lo que nos pasará en la vida que tendremos en el cielo. Ahora no sabemos cómo será esa vida. Lo que sí sabemos es que será eterna.


Es mejor que amontonen riquezas en el cielo. Allí nada se echa a perder ni la polilla lo destruye. Tampoco los ladrones pueden entrar y robar.


Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios.


Vendan lo que tienen, y repartan ese dinero entre los pobres. Fabríquense bolsas que nunca se rompan, y guarden en el cielo lo más valioso de su vida. Allí, los ladrones no podrán robar, ni la polilla podrá destruir.


Tú me enseñaste a vivir como a ti te gusta. ¡En tu presencia soy muy feliz! ¡A tu lado soy siempre dichoso!


El Hijo de Dios nos muestra el poder y la grandeza de su Padre. El Hijo de Dios es igual en todo a su Padre, y con su gran poder hace que el universo siga existiendo. El Hijo de Dios logró que Dios nos perdonara nuestros pecados, y después subió al cielo para sentarse a la derecha del trono de su Padre.


Pero de ahora en adelante yo, el Hijo del hombre, tendré el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso.


Ustedes están unidos a Cristo por medio de su muerte en la cruz, y ya no están sometidos a los espíritus que gobiernan este mundo. Entonces, ¿por qué se comportan como si todavía estuvieran bajo su dominio? ¿Por qué obedecen a quienes les dicen


Lo más importante de todo esto es que tenemos un Jefe de sacerdotes que está en el cielo, sentado a la derecha del trono de Dios.


¿Puede alguien castigarlos? ¡De ninguna manera, pues Jesucristo murió por ellos! Es más, Jesucristo resucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros.


Pero Jesucristo le ofreció a Dios un solo sacrificio para siempre, y así nos perdonó nuestros pecados. Luego se sentó a la derecha del trono de Dios,


Jesús le respondió: —Tú lo has dicho. Y déjame decirte que, dentro de poco tiempo, ustedes verán cuando yo, el Hijo del hombre, venga en las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso.


Y el que bajó es el mismo que después subió a lo más alto del cielo, para llenar todo el universo.


Jesús le respondió: —Así es. Y ustedes verán cuando yo, el Hijo del hombre, venga en las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da el Dios todopoderoso.


Dios nunca le dijo a ningún ángel: «Siéntate a la derecha de mi trono, hasta que yo derrote a tus enemigos.»


»Sabemos que quien subió al cielo no fue David, pues él mismo dice: “Dios le dijo a mi Señor el Mesías: ‘Siéntate a la derecha de mi trono


Si en el libro de los Salmos el mismo David dice: “Dios le dijo a mi Señor el Mesías: ‘Siéntate a la derecha de mi trono,


Cuando el Señor Jesús terminó de hablar con sus discípulos, Dios lo subió al cielo. Allí, Jesús se sentó en el lugar de honor, al lado derecho de Dios.


Recuerden que el Espíritu Santo dijo lo siguiente a través de David: “Dios le dijo a mi Señor el Mesías: ‘Siéntate a la derecha de mi trono, hasta que yo derrote a tus enemigos.’”


subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios, en el lugar más importante, y gobierna a todos los ángeles y a todos los seres espirituales que tienen autoridad y poder.


Pero como Esteban tenía el poder del Espíritu Santo, miró al cielo y vio a Dios en todo su poder. Al lado derecho de Dios estaba Jesús, de pie.


Los sabios van rumbo al cielo; los tontos, rumbo a la muerte.


1 (1b) Mi Dios le dijo a mi señor el rey: «Siéntate a la derecha de mi trono hasta que yo derrote a tus enemigos».


El sabio siempre piensa en hacer lo bueno; el tonto solo piensa en hacer lo malo.


Las esposas deben sujetarse a sus esposos, así como lo hacen con Cristo.


আমাক অনুসৰণ কৰক:

বিজ্ঞাপন


বিজ্ঞাপন